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Tras subtítulo mundial, Pacho Mosquera se enfoca en desquite olímpico

El antioqueño logró en Uzbekistán el subtítulo mundial en los 67 kilogramos. En París-2024 anhela su revancha olímpica.

  • Antes del Mundial este año en sueño asiático, Francisco Mosquera había evidenciado su buen estado de forma al consagrarse campeón panamericano en Guayaquil, Ecuador. FOTO COLPRENSA
    Antes del Mundial este año en sueño asiático, Francisco Mosquera había evidenciado su buen estado de forma al consagrarse campeón panamericano en Guayaquil, Ecuador. FOTO COLPRENSA
15 de diciembre de 2021
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¿Qué motiva a Francisco Mosquera para no rendirse en el deporte de alto rendimiento?: “La fe en Dios, quizá la terquedad, el deseo de salir adelante, superarme, demostrar que sigo vigente”.

Así responde el pesista que, en Taskent, Uzbekistán, y en su estreno en la división de los 67 kilogramos, acaba de convertirse en subcampeón mundial. Este antioqueño, que representa a Bolívar, es ejemplo de tenacidad en el deporte.

En 2016 se privó de estar en los Juegos de Río de Janeiro tras sufrir, a diez días del certamen, rotura de tendón en la rodilla derecha; y este año, luego de recuperarse de una cirugía en la espalda y de estar bajando récords mundiales durante los entrenamientos, se encontró con la sorpresa de no ser alineado en la nómina nacional que participó en los Olímpicos de Tokio.

Pese a ello, Mosquera, en charla con EL COLOMBIANO, manifiesta que aún le quedan fuerzas para imponer su talento en la halterofilia. En Uzbekistán, con 29 años de edad, lo demostró. Ahora se enfoca en los Juegos de París-2024, en los que espera desquite.

¿El Mundial de Uzbekistán fue como un bálsamo
para usted luego de los momentos complicados que afrontó este año?

“Así es. Obtener una nueva medalla mundial es demasiado gratificante para mí, más allá de no haber hecho una mejor competencia. Sin embargo, se siente una alegría inmensa y estoy muy agradecido con Dios porque este año ha sido duro”.

En realidad, ¿qué fue lo más difícil que vivió?

“No poder representar al país en Olímpicos tras estar bien preparado, y que no reconocieran el trabajo de mi entrenador Oswaldo Pinilla y el apoyo brindado por el Comité Olímpico Colombiano y el Ministerio del Deporte. Aún no entiendo por qué no me llevaron, nadie da explicación”.

Aparte de que cuatro meses antes de Juegos lo operaron de una fractura de vértebra a nivel cervical...

“Y logré recuperarme. Incluso, en los chequeos en Cali para elegir la Selección, batí récord mundial de la división de 61 kilogramos (hizo 175 kilos de envión, y en las justas de Japón, el medallista de oro, el local Li Fabin, levantó 175), pero no fui tenido en cuenta para estar en Tokio. Recordar eso causa dolor, pero estar de nuevo de pie, superando todas esas situaciones, te llena de alegría y motivan a seguir. Lo hecho en el Mundial y estrenando división me da a entender que voy por buen camino”.

¿Qué lo motiva a no tirar la toalla en este deporte?

“No sé si soy muy terco o he visto lo que no tengo que ver de las personas que Dios ha puesto en mi camino. Me miro en el espejo cuando me pasan cosas difíciles y me preguntó cómo es posible que siga firme en lo que hago. Dios, la fe y convicción de que sí puedo hacer la diferencia en el deporte, más allá de los obstáculos que se me presentan, es lo que me permite no desfallecer”.

Y más porque hay personas que creen en usted...

“Claro, vi llorar a mi mamá (Ana Isabel) en muchas ocasiones porque el dinero no alcanzaba, de hecho ella sigue trabajando para sacar a la familia adelante. Por ejemplo, la cuestión para mi entrenador de iniciación, Giovanni Moreno Lara, tampoco ha sido fácil, pero aun estando en las situaciones duras sigue formando buenos deportistas y excelentes personas. Lo mismo el profesor Oswaldo Pinilla, el mejor entrenador de pesas que ha tenido Colombia, y pese a los golpes recibidos y a lo marginado que está, continúa aportando su saber con respeto y humildad. Personas como ellos y muchas más me inculcan el sentido de superación para conseguir mis metas”.

¿Qué se traza usted
como deportista?

“Deseo seguir dejando huella en el deporte, ser ejemplo de superación para muchos jóvenes. Que entiendan que las caídas en la vida son necesarias para lograr ser lo que queremos, por eso levantarse es el comienzo para grandes cosas. Quiero seguir luchando para poder construirle a mi mamá su casa en Apartadó y brindarle lo mejor a mi pareja Ivana Pérez y a mi hijo Frank Alexander”.

¿Qué opina sobre el presente de las pesas, deporte que corre el riesgo de ser excluido de los Olímpicos de Los Ángeles-2028 por los casos de dopaje descubiertos?

“Es un tema complicado, triste, porque la dirigencia no está pensando en la juventud que sueña con estar en los Olímpicos y que ven las pesas como una solución a muchos problemas de la vida”.

Tal vez se presenta también como un llamado de atención para aquellos que hacen trampa en busca de un éxito deportivo...

“Así es, porque hay deportistas que buscan caminos incorrectos. Pero en sí esto es muy triste para las nuevas generaciones que sueñan estar en esas justas. Ojalá todo se solucione porque este es un deporte emblema de los Olímpicos”.

Pese a ello, usted no deja de entrenar...

“Uno no se puede relajar, pues a la vuelta de la esquina están los Olímpicos de París 2024, en los que voy a dar todo de mí. Con entereza, trabajo y compromiso sé que puedo clasificarme y hacer un buen papel”

2017
año que Mosquera se consagró campeón mundial. Fue en Anaheim, y en 62 kg.
29
años de edad tiene Francisco Mosquera, que nació en Apartadó y vive en Cartagena.
Jheyner A. Durango Hurtado

Periodista del área de Deportes

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