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La historia del exsoldado, campeón de tiro deportivo

Mientras deportistas convencionales solicitan intervención de Coldeportes,

Antioquia se corona campeón del Nacional de tiro paradeportivo en Cali.

  • Déiber Arredondo, durante una de las pruebas que disputó en el Campeonato Nacional de tiro para-deportivo en Cali. FOTO cortesía Comité Paralímpico
    Déiber Arredondo, durante una de las pruebas que disputó en el Campeonato Nacional de tiro para-deportivo en Cali. FOTO cortesía Comité Paralímpico

El 2011 quedó grabado en la mente de Déiber David Arredondo Lozada. En cinco meses sucedieron dos hechos que lo marcaron. En marzo nació su hijo Julián David y en agosto, mientras realizaba un patrullaje con sus compañeros, en calidad de soldado del Ejército Nacional, en Campamento, Antioquia, hombres de las Farc detonaron una carga explosiva y perdió sus dos piernas.

“Ese momento fue duro, muy difícil, porque murió un compañero y cuatro más quedaron lesionados. Gracias a Dios yo sobreviví para poder ver crecer a mi hijo y estar con mi familia”, afirma con tono optimista el atleta que junto a María Teresa Restrepo alcanzó las marcas para representar a Colombia en los próximos Juegos Parapanamericanos de Lima, previstos para agosto.

El deporte lo salvó

Déiber, quien siempre está sonriente y feliz, no ha parado de entrenar un solo día. Tras perder sus piernas conoció el deporte paralímpico y esto le ha permitido valerse por sí solo y seguir su vida con sueños y metas por cumplir.

Inicialmente, estuvo observando deportes como natación, tenis de mesa y volei sentado, el cual practicó de manera recreativa, hasta que llegó al tiro deportivo, disciplina que lo apasionó y con la cual ha logrado no solo convertirse en un atleta destacado sino aprender a moverse por sus propios medios y salir adelante.

“Mi familia es cristiana, y esa fe en Dios me ha permitido asumir bien lo que me pasó, lo importante es que estoy vivo y por eso cuando inicié el proceso de rehabilitación siempre tenía una voz de aliento para mis compañeros. Mi actitud me facilitó acoplarme rápidamente a las prótesis y a la silla de ruedas, hago todo sin ayuda”, menciona el deportista.

Arredondo nació en Necoclí y cuando cumplió 12 años de edad, se radicó en Copacabana con su abuela. Luego sus padres llegaron para continuar con su vida en la urbe, en busca de nuevas oportunidades.

Después de terminar el bachillerato se presentó al Ejército y comenzó su carrera. Dos años después se registró el atentado en el que perdió sus piernas y desde el 2012 está dedicado a la práctica del tiro deportivo.

Los Juegos de Lima serán sus primeros Parapanamericanos, otro logro que llena de ilusión a este deportista.

Contrario a lo que se pensaría, su paso por el Ejército no fue definitivo para optar por el tiro, pues tal y como dice, como soldado les enseñan a reaccionar, mientras que en la disciplina deportiva son importantes temas como la concentración, la respiración, el manejo del arma y la precisión.

Su especialidad son las pruebas P1 (pistola aire a 10 metros) y P3 (pistola de fuego a 25 metros).

En el Nacional, en Cali, Déiber logró un oro y dos platas del consolidado general que alcanzó Antioquia de 5 medallas doradas, 3 de plata y 2 de bronce, para ser el campeón general del certamen.

“La competencia fue dura porque, además de los atletas nacionales, se contó con deportistas de Brasil, Cuba y otros países, algo que nos sirvió para seguir en el proceso de mejorar el nivel, más ahora que tenemos el reto de los Parapanamericanos. Allí la responsabilidad es grande y esperamos dar lo mejor”, dice.

Por el momento, Déiber regresará a casa, a su hogar en Bello, para compartir algunos días con su hijo y a la espera de la confirmación de su cupo a Lima y de algún torneo preparatorio para esas justas .

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oros y una plata logró María Teresa Restrepo, la máxima medallista en el torneo.
Luz Élida Molina Marín

Periodista de la Universidad del Quindío. Cuyabra hasta los huesos y mamá de un milagro llamado Mariana, amante de la salsa y apasionada por el deporte.

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