El belga Remco Evenepoel (Soudal Quick-Step) ratificó su condición de vigente campeón olímpico y mundial de contrarreloj al imponerse en dicha modalidad durante la quinta etapa del Tour de Francia, en la que el principal candidato al título, el esloveno Tadej Pogacar (UAE Emirates) desbancó del liderato al neerlandes Mathieu van der Poel (Alpecin – Deceuninck). Por su parte, el colombiano Santiago Buitrago (Bahrain) escaló posiciones en la tabla general.
Remco, de 25 años de edad, fue el más veloz en el esfuerzo individual de 33 kilómetros en la ciudad de Caen, al invertir un tiempo de 36.42 minutos, a una velocidad promedio de 53,9 kilómetros por hora.
Evenepoel relegó a Pogacar a 16 segundos y al italiano Edoardo Affini (Visma), a 33 segundos.
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Por su parte, el segundo favorito al triunfo final en la edición 112 del Tour, el danés Jonas Vingegaard (Visma) no tuvo su mejor día. Terminó 13°, a un minuto y 22 segundos de Evenepoel, y cayó al cuarto lugar de la general, a 1.13 del esloveno, que persigue su cuarto título de la Grande Boucle.
Segundo ahora es Remco, a 42 segundos, y tercero el local Kévin Vauquelin (Arkéa), a 59.
Por el lado de los pedalistas colombianos, Santiago Buitrago terminó este miércoles en el puesto 28, a 2.18 de Evenepoel; Sergio Higuita (Astana) fue 119°, a 4.40; Éiner Rubio (Movistar), 122°, también a esa diferencia; y Harold Tejada (Astana), 144°, a 5.02.
Buitrago mejoró tres puestos y ahora es 14 en la clasificación, a 3.51 de Tadej.
Entre tanto, Higuita es 88°, a 21.18; Tejada, 125°, a 26.03; y Rubio, 174°, a 36.04. Todos ellos hacen las veces de gregarios en sus equipos.
Se viene una mini Lieja-Bastoña-Lieja
La sexta etapa del Tour, este jueves entre Bayeux y Vire (oeste), se asemeja a una Lieja-Bastoña-Lieja, con un recorrido muy accidentado en la llamada ‘Suiza normanda’, como informó la agencia AFP.
El recorrido, de 201,5 kilómetros, presenta seis dificultades catalogadas para la clasificación de la montaña, con un desnivel total de 3.550 m.
“Va a ser agotador. Es un recorrido similar, un poco menos duro, al de la Lieja-Bastoña-Lieja”, la gran clásica belga, explicó Thierry Gouvenou, el arquitecto del Tour, nativo de Vire.
El trazado, muy rompepiernas, alterna subidas y bajadas antes de la Côte de Vaudry, que cuenta en sus 700 últimos metros una pendiente al 10%, a cuatro kilómetros para meta.
La llegada también se halla en un tramo ligeramente ascendente, y aunque no está catalogado, los últimos metros son al 13/14%, avisa Gouvenou, quien ve dos escenarios posibles.
El primero favorable al triunfo de una escapada. Pero tampoco descarta ver de nuevo a los favoritos codo con codo como en la llegada en Boulogne-sur-Mer en la segunda etapa o en Ruan en la cuarta.