Rafael Nadal y Roger Federer enfrentarán a rivales en principio accesibles en su camino para determinar quién disputará el título de Wimbledon al serbio Novak Djokovic en un “lunes demencial” que reúne todos los partidos de octavos.
Nadal, que en la segunda ronda superó un hueso duro de roer, el polémico y peligroso australiano Nick Kyrgios, se medirá en su cuarto partido al portugués Joao Sousa.
Situados en la mitad del cuadro opuesto a Djokovic, ni el suizo ni el español se encontrarían con el número uno mundial y vigente campeón hasta una hipotética final.
Pero para ello deben ganar aún tres partidos. El descanso general de ayer (que prevé este torneo como tradición), que debería agradecer el italiano Matteo Berrettini después de jugar el sábado contra el argentino Diego Schwartzman el partido más largo del torneo, 4 horas y 19 minutos, en cinco sets con tres tie-breaks.
Berrettini se medirá con Federer mientras Djokovic, lo hará con el francés Ugo Humbert, 66º de la ATP. “Muchas cabezas de serie salieron en las primeras rondas”, subrayó el serbio, que en el primer día vio caer a dos de sus potenciales rivales, los jóvenes Alexander Zverev y Stefanos Tsitsipas.