Las facultades del cuerpo de Lina Marcela Flórez le permitirían tener otra función aparte del atletismo.
De hecho, ya sacó provecho al posar su bella silueta por primera vez en una revista. Y aunque la deportista con figura de modelo confiesa que fue una bonita experiencia, aclaró que su ilusión es seguir ganando reconocimiento pero no en una pasarela, sino en la pista atlética.
“Es que nací para el atletismo, lo demás no está en mis planes”, expresa, mientras ríe, una de las mejores vallistas del continente americano, que hace tan solo unos días demostró sus capacidades al ganar la medalla de oro durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe en México, un triunfo que considera heroico, pues recuerda que, cuando había dado cuatro pasos en la gran final, se enredó y por poco cae al suelo.
“Las vallas es una prueba muy técnica, rápida, donde no se puede cometer ningún error porque después no hay tiempo de pensar, reaccionar y corregir”, dice la hija de Flor Valencia y Román Flórez (q.e.p.d.), nombre y apellido que produce en su mente una frase: “nací entre flores”.
Llena de emoción, la deportista cuenta la película para alcanzar el metal dorado: “salí muy agachada, tuve con un tropezón y casi me caigo, pero por fortuna esto no pasó. No sé cómo hice para recuperarme, fue todo muy rápido. Esto hizo que sintiera una adrenalina extraña, metí el acelerador y logré cruzar la meta en el primer lugar”. Sostuvo que de no haber sido por aquella falla técnica hubiera mejorado alguna marca.
No obstante, la nacida en Carepa, Antioquia, hace 30 años, pero quien se levantó, desde los cuatro en Itagüí, se siente tranquila al lograr uno de los tres objetivos que se trazan los deportistas cada vez que van a una competencia.
“No todos los campeonatos se pueden ganar, pero para uno salir contento se tienen tres opciones: el podio, las marcas y las medallas”.
Para ella, terminar en el podio es garantía de que se está trabajando bien. Las restantes llegan por añadidura. “Lo más importante, que fue lo que me pasó en México, al ganar el oro, ser la número uno, estar en el centro, lo que significa que eres la mejor”.
Lina sostiene que cuando ha estado en su cama y cierra los ojos, aún se le viene el recuerdo de aquella prueba, en la que se tuvo que recurrir al foto finish para determinar el nombre de la ganadora. Al final, con un tiempo de 13.19, se impuso sobre su compatriota Briggite Merlano.
La antioqueña, que le agradece a Dios los triunfos que consigue y se los dedica después a su familia, “mis verdaderos fans que vibran y sufren con mis victorias y derrotas”, dice que se siente fuerte para encarar el 2015, un “año muy difícil” porque estarán los Panamericanos de Toronto y el Mundial en Pekín, China, de por medio.
“Ya llega la preocupación para poder clasificar a estos eventos y a los Juegos Olímpicos de Río. Y aunque cada año las condiciones cambian y el nivel aumenta, espero que la experiencia adquirida me ayude para hacer otro buen papel en los Olímpicos”, agrega Lina, estudiante de octavo semestre de Profesional en deportes del Politécnico Jaime Isaza Cadavid.
“Sé que con trabajo, dedicación y esfuerzo puedo llegar más lejos”, finaliza la hermosa morena, quien se ve resplandeciente como las medallas que cuelgan en su pecho.
OPINIONES
Flor Valencia
Madre de Lina
“Lina Marcela es una tesa. La admiro demasiado. Es un ejemplo para los pelados del barrio, quienes la ven y la elogian por su disciplina y responsabilidad. Para mí ella es la más grande”.
Raúl Díaz
Entrenador de la deportista
“Defino a Lina Flórez como una atleta con potencial. Su puntualidad, disciplina y dedicación han permitido que pueda recoger grandes frutos. Se trabaja para ganar y en México recogió frutos”.