A 132 días de la inauguración de Tokio-2021, Colombia tiene confirmados 31 cupos de los 90 atletas que aspira llevar al evento.
La cifra parece baja a estas alturas del camino, pero según Edwin Cabezas, director deportivo del Comité Olímpico Colombiano (COC), en este momento se podría hablar de 29 más de acuerdo con los escalafones de las federaciones internacionales, en los que nuestros representantes están bien ubicados.
Para ilustrar este caso se puede mencionar la dupla Juan Sebastián Cabal-Robert Farah, protagonista en el ranquin mundial de dobles de la Asociación Mundial de Tenis (ATP). Aunque no aparecen en el listado parcial del COC (ver tabla adjunta), seguramente participarán en suelo nipón.
Los 30 tiquetes restantes se buscarán en torneos clasificatorios que, por la pandemia, han sido aplazados y mantienen en vilo a varios referentes.
Para junio hay algunos reprogramados, entre ellos el Panamericano de gimnasia en Brasil donde Jossimar Calvo se jugará el último chance. Esto, advierte el cucuteño, le genera presión “luego de dos años sin tener alta exigencia” tras sufrir una lesión de hombro.
Igual sucede con las disciplinas de conjunto, béisbol y rugby (femenino), que tienen pruebas pendientes en Francia y Estados Unidos.
Hoy, la mayoría debería tener definido el tema, “pero les toca afrontar otra realidad luego de la crisis que trajo el coronavirus”, advierte el entrenador de atletismo Raúl Díaz.
De lo que sí hay certeza es que los Juegos comenzarán el 23 de julio, después de varios meses de dudas. Lo único que tiene pendiente el Comité Olímpico Internacional (COI), asegura Cabezas, es determinar medidas de bioseguridad relacionadas con público en los escenarios, turistas y acompañantes. “Desde el COI se nos ha informado con claridad de la realización de las justas y por eso ahora trabajamos con base en realidades, ya no hay incertidumbre”, apunta.
En relación con el número de figuras que pretende llevar Colombia a Tokio, Cabezas manifiesta que llegar a 90 será difícil debido a que muchos eventos que se iban a realizar de manera presencial fueron cancelados debido a la covid-19 y ahora las casillas se definirán mediante ranquin. Así sucedió con canotaje que tenía un torneo en Brasil.
Regados por el mundo
Colombia llevó 147 deportistas a Río-2016. La diferencia (57 menos) con Tokio-2021|, explica el experto, no es solo causa de la pandemia: “El hecho de que Brasil haya sido sede del certamen hace cinco años excluyó a sus atletas de competir por cupos. En esta oportunidad sí lo hace y como potencia continental nos ha restado opciones”.
De los 8 medallistas nacionales en Río-2016, la campeona de salto triple Caterine Ibargüen, quien se la pasa entre Colombia y Portugal en su etapa de preparación, es la única que hoy aparece entre los 31 confirmados.
A la doble medallista dorada Mariana Pajón, según su hermano y representante Miguel Pajón, le resta cumplir con dos copas del mundo. Su clasificación a Olímpicos, sin embargo, se da como un hecho por ranquin de países.
El otro campeón, el pesista Óscar Figueroa, ya se retiró de la actividad.
Yuberjen Martínez y Yuri Alvear, ganadores de plata en Brasil, viven realidades distintas. El boxeador se alista para el Panamericano en Argentina (mayo) donde buscará certificar su tiquete, y la judoca, que prácticamente estaba lista, se lesionó. Una cirugía de rodilla le impedirá asistir a la principal cita del deporte mundial.
Los colombianos que alcanzaron bronce en la última edición también luchan por volver al evento, pero ninguno está fijo aún: Carlos Ramírez (BMX), Íngrit Valencia (boxeo) y Luis Javier Mosquera (pesas).
A propósito de este último, él y sus colegas, además de tener que asistir a dos competencias más, dependen de un fallo por casos positivos de dopaje de tres de sus colegas que ya fueron suspendidos por cuatro años a nivel local y que, en caso de ratificarse, podría dejar por fuera de la Olimpiada a este deporte. Un hecho que el presidente saliente del COC, Baltazar Medina, califica de “vergonzoso”.
Lo único que evitaría la baja de esta disciplina, en caso de salir culpables, sería que el veredicto final de los organismos internacionales se diera luego de los Juegos.