En plena premiación, y sobre un letrero que decía “Abu Dabi, la capital de los héroes”, Samuel Madrid Villegas era homenajeado como tal.
En ese instante, ni estando un escalón más alto que los rivales que lo acompañaron en el podio, el deportista de 176 centímetros sobrepasaba la estatura de estos, aunque en el tatami, minutos antes, el antioqueño se había mostrado como un gigante gracias a su fortaleza física, más allá, incluso, de ser menor y de tener menos peso corporal que ellos. Pesa 86 kilos y compite en la categoría de 94 kg.
De esta manera, Samuel, de herencia deportiva, logró hacer historia para Colombia al convertirse, a sus 16 años y ante rivales de hasta 18, en el primer atleta en quedar campeón mundial de la AJP World Youth de jiu-jitsu, campeonato que tuvo lugar en Abu Dhabi.
El antioqueño superó en octavos al brasileño David Fagundes, en cuartos venció al kazajo Abdulmalik Albekov, en semifinales al canadiense Aydin Shirin y en la final al local Waddah Abushaikha.
“Acabo de cumplir un logro de vida gracias a toda la gente que me ha apoyado, como mis papás, pues si no hubiera sido por ellos nunca habría ganado nada, y también a mis profesores Kevin y Kim Cuervo y Mauricio Ospina”, así expresó desde la capital de los Emiratos Árabes Unidos el campeón, dejando ver, como desde que era un niño, su lado más humilde.
“Ahora hay que tener los pies en la tierra, continuar siendo ejemplo a seguir, eso es lo mejor que puedes transmitir, intentando ser lo más noble posible, sin rivalidades ni odios, sin ser mala leche”.
Si bien compite desde los 7 de edad en jiu-jitsu, hace aproximadamente cuatro años Samuel llamó la atención al perder, extrañamente, una final en un torneo nacional.
Al terminar el combate desfilaba tranquilo y al ser abordado por el entrenador Kevin Cuervo, este le preguntó qué le había pasado en la pelea más allá de ser el favorito al triunfo.
La respuesta generó sorpresa. Le dijo que su contendor nunca había ganado una medalla, mientras que él ya acumulaba demasiadas, por lo que dejó que ganara.
Y gracias a esa calidad humana, que contrasta con su agresividad en la competencia, es lo que le permite a Samuel ser admirado y respetado donde llega.
Ejemplo a seguir
El entrenador Kim Cuervo, radicado hace 9 años en Abu-Dhabi, lugar en el cual ha enseñado jiu-jitsu (de origen japonés, con un sistema de combate sin armas, en el que dos combatientes luchan cuerpo a cuerpo) en la policía, ejército, equipos y hasta en colegios, donde ya es una materia escolar porque es un arte marcial que inculca valores, dice que Samuel es la prueba de que en Colombia hay más de lo que la Federación trata de mostrar.
“Se confirma que hay padres y madres que se esfuerzan para brindarles a sus hijos un camino de salud por medio del deporte, que hay personas que sin el apoyo y las herramientas suficientes se las arreglan para que un muchacho, que empezó a entrenar en una academia pequeña (Gracie Colombia), logre consagrarse como el mejor del mundo. Él es ejemplo de victoria, de una familia triunfal”.
Aunque Samuel no siguió los pasos de su abuelo (Guillermo), tíos (Luis Guillermo, Juan Eugenio y Alejandro) y papá (Andrés), quienes fueron integrantes de la Selección Colombia de waterpolo, en el jiu-jitsu también le entrega alegrías al país.
“Samu es un ser noble, carismático. Quien se le acerca quiere estar con él, tomarse una foto a su lado. No alardea de nada, va tranquilo, habla con todo el mundo, no es subido frente a lo que vive, todo eso también es satisfactorio en medio de la alegría que nos embarga saber que viene cumpliendo las metas que se traza en el deporte”, indicó su madre Alexandra Villegas, ingeniera industrial.
Pero si se mantiene firme en el deporte, este atleta también es considerado un buen alumno del colegio Colombo Británico de Envigado, donde está finalizando su año décimo. Por eso es que lo apoyan para que logre viajar a las distintas competencias.
Tras su conquista, a Madrid se le pueden abrir puertas, como ser fichado por algún equipo de los Emiratos y así poder competir a nivel de clubes, con sueldo y todo pago.
“Ya rivalidad crece, seguiré en la categoría juvenil el próximo año, pero bajo un rango mayor de rivalidad, ya no seré cinturón azul sino morado, por lo que la competencia será más fuerte, pero me esforzaré más para estar a la altura de los mejores”, comentó Samuel mientras dejaba ver su fina sonrisa, radiante como la medalla de oro mundial que colgaba en su pecho.
Emiliana, otra campeona en Abu Dhabi
Además de Samuel Madrid otra colombiana brilló en el Campeonato Mundial de jiu-jitsu que se celebró en Abu Dhabi. Se trata de la antioqueña Emiliana Osorio, también de la Academia Gracie Colombia, y quien un días después de la gesta de su compatriota, triunfó, en cinturón amarillo, en la categoría 36 kilos, 10-11 años. En la final se impuso ante la kazaja Inzhu Nurmaga. “Emiliana es una niña súper tesa, es dedicada, sacrifica tiempo de juego con otros amiguitos para poder entrenar y demás de jiu-jitsu practica lucha. Está enfocada en ser campeona y ahí están los resultados”, dijo David González, presidente de la Federación Colombiana de muaythai (IFMA).