¿Qué pasa cuando me dejo afectar por las emociones negativas?
Tu cuerpo grita lo que tu alma calla. No solo se afecta el cuerpo, sino el campo emocional y periférico. Comienzas a atraer cosas y dices: “yo tan de malas, por qué me pasan a mí estas cosas”. La respuesta es que en ese estado, nos damos órdenes y con la mente no se bromea. El lenguaje es poderoso.
¿Cómo termino con el sentimiento de rencor y odio?
Hay que alimentarse de frases lindas, evocar buenos momentos y agradecer por todo. Aunque sea algo que no entendamos en su momento, de todo se aprende. No es luchar por desterrar esos sentimientos, hay que vivirlos y permitirse sanar en el corazón sin criticar ni juzgar. Recuerde: todo lo malo escríbalo en la arena y lo bueno tállelo en la roca.
¿Y cuándo me dé rabia por alguna cosa en mi día a día?
Respire, siente y bote. También hay que orar. Recuerde que hay una energía o ser superior, no importa qué credo profese. Apóyese en técnicas de respiración, inhale aromas, camine descalzo y reconozca la naturaleza como la maravilla creada por Dios. Si se detiene a mirar una flor verá que ella, minuto a minuto, se va abriendo un poco, es el milagro de la vida que evoluciona.
¿Y si me da mucha rabia?
Respire un mayor número de veces, profundo, y se va sintiendo liviano. Es ser consciente y responsable de esto, pregúntese: ¿vivo desde el corazón o me manejan las emociones? Es saber muy bien quién soy, dónde estoy y para dónde voy, es ser muy impecable en las palabras.
¿Y cómo contribuimos desde cada uno a la reconciliación del país?
Sí, somos responsables de la paz entre todos, porque mis moléculas, ínfimas, son las de cada uno de los otros, aún de los que están en guerra. Si yo mando luz, amor puro al corazón de ellos, no los juzgo, no los critico ni censuro, aunque me duela, esas personas comienzan a sentir amor en su corazón y cambian.