La carrera por ser el más rápido en tierra con un automóvil que puede verse en las calles tiene un nuevo líder. Se trata de Bugatti quien logró batir ese registro, en agosto pasado, consiguiendo 490 km/h con su modelo estrella, el Chiron, el cual ha sufrido interesantes modificaciones para lograr este hito que reta a las leyes de la física en muchos aspectos.
La historia y el nuevo récord
El Bugatti Chiron es el último representante de una saga que comenzó hace 110 años en Molsheim, Francia, cuando el empresario italiano Ettore Bugatti funda la marca, dedicada a los autos de gran lujo y velocidad y que estuvo activa hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial hace ocho décadas. Pasado el conflicto, Bugatti dio tumbos tratando de revivir las épocas de gloria con rotundos fracasos hasta su disolución en 1963.
Para 1991 el millonario italiano Romano Artioli compró el nombre Bugatti y armó el EB110, un supercar que fue el más rápido en esa época, con 348 km/h logrados en el autódromo de Nardó en Italia. Lamentablemente una nueva quiebra apago por segunda vez el nombre en 1995.
Ya en 1998 el Grupo Volkswagen buscaba la forma de producir superdeportivos y le compra la marca a Artioli, aprovechando su músculo financiero para desarrollar el que sería el nuevo superauto más rápido del mundo, que finalmente vio la luz en 2005 con el nombre Veyron, dejando la cifra en 434 km/h en su versión Grand Sport.
Desde hace unos años el registro conseguido por el Veyron ya estaba en manos de otros fabricantes como Koenigsseg y Hennessey, y Bugatti parecía desinteresarse por tener el título del auto más rápido del mundo. Hasta que el pasado dos de agosto dio la sorpresa con un Chiron Sport modificado que logró la astronómica cifra de 490 km/h en manos del piloto Andy Wallace en el circuito de Ehra-Liessen en Alemania, pista propiedad del Grupo Volkswagen.
Para lograr este cometido, el chasis del Chiron tuvo algunas modificaciones por parte del preparador Dallara y el fabricante de llantas Michelin, quienes estuvieron trabajando en el proyecto durante seis meses.
Lo primero fue aumentar 25 centímetros el largo del carro y se le adicionó un kit aerodinámico con tomas de aire ampliadas y un nuevo difusor posterior para evacuar ese mismo aire y disminuir la resistencia al viento.
La suspensión tiene un complejo sistema que controla la altura de la carrocería al piso mediante una lectura con láser, bajando el nivel en función de la velocidad para mejorar la aerodinámica.
El carro
El Bugatti Chiron fue presentado en el salón de Ginebra de 2016 como sucesor del Veyron y lleva su nombre en honor a Louis Chiron, piloto de la marca y quien logró varios triunfos en los Grandes Premios de los años 20 y 30 con Bugatti. Tiene motor central y pesa cerca de dos toneladas. La idea del fabricante es producir 500 unidades, ya casi todas vendidas a razón de 2,4 millones de euros cada una. En cada carro intervienen 20 personas y su proceso de fabricación tarda seis meses.
Para lograr el registro de 490 km/h y con las modificaciones ya mencionadas se ha creado entonces una nueva versión, denominada Chiron Sport +300, este último número por la cifra de 300 millas por hora que logró el carro. Esa será la versión de la que se harán 30 exclusivas unidades a 3,5 millones de euros producidas en el Atelier Bugatti en Molsheim.
El motor
El propulsor de este Chiron Sport es el mismo del modelo de calle, es decir una descomunal máquina de 16 cilindros en W, o lo que es lo mismo, dos motores V8 unidos entre sí por un bloque que alberga un desplazamiento de ocho litros para producir 1.600 caballos de fuerza a 7.000 revoluciones por minuto, gracias a cuatro turbocompresores que soplan sin medida ni clemencia para lograr 100 km/h en 2,4 segundos, emplear seis segundos para llegar a 200 km/h y 13 segundos para alcanzar los 300.
La caja es automática con dos embragues y siete velocidades que gestionan la potencia a las cuatro ruedas del vehículo, es decir, tiene tracción integral permanente.
Las cifras de consumo son alucinantes, como es de esperarse. Si mantuviera la velocidad máxima constante el depósito de combustible de 26.4 galones quedaría vacío en solo ocho minutos y solo alcanzaría para recorrer 50 kilómetros. En otras palabras, un brutal consumo de solo dos kilómetros por galón aproximadamente.
Las llantas
Se usaron las mismas ruedas que tiene el Chiron “normal”, es decir las Michelin Pilot Sport Cup 2 reforzadas para manejar las inmensas fuerzas G y soportar que cada neumático gire 4.100 veces por minuto, con extensas pruebas en fábrica antes de calzarlas en el Chiron Sport 300+.
¿Y cómo lo lograron?
Para conseguir que un automóvil llegue a alcanzar casi 500 km/h se necesita poner en orden un sinnúmero de factores y prácticamente desafiar las leyes de la física. Una vez conseguido el carro y una pista de 21 kilómetros con una recta de 8,8 y tres carriles de ancho con un asfalto perfecto, como la de Ehra-Liessen, hay que pensar en la ubicación geográfica y el clima. Antes de la prueba la pista estuvo limpia mediante tapetes y cepillos especiales y los equipos de emergencia perfectamente ubicados.
Luego, hay que jugar con la altitud. La zona está a 50 metros sobre el nivel del mar, lo cual significa que hay mayor presión atmosférica y por lo tanto, mayor resistencia al aire. Entonces, hay que aplicar más potencia para avanzar y en eso los turbos son fundamentales.
Estos factores indican también que el récord podría superarse en otro lugar propicio para ello, como el desierto de Nevada, en Estados Unidos, donde hay menor presión del aire. En Bugatti aseguran que si la prueba se hace allí, el carro pasa de 500 km/h. De hecho el récord anterior del Koenigsegg Agera RS de 457 km/h se consiguió en ese lugar.
Una vez en pista, Andy Wallace aceleró a 200 km/h el Chiron a la salida de la curva que da paso a la recta principal. En un minuto y 10 segundos alcanzó la velocidad tope y luego desaceleró nuevamente para tomar la curva opuesta a también a 200 km/h. Todo ello requiere de un minucioso proceso de concentración porque se consumen 136 metros de pista por segundo. Naturalmente el asiento de Wallace tenía un arnés de seis puntos de anclaje y toda la cabina estaba protegida por una jaula de seguridad.
Este nuevo récord de velocidad conseguido por el Chiron se une al que logró con este carro hace dos años el piloto bogotano Juan Pablo Montoya en la misma pista. El colombiano consiguió acelerar de 0 a 400 km/h y nuevamente llegar a 0 en una maniobra que tardó solamente 41,9 segundos.
3,5
millones de euros vale
este automóvil
30
carros Bugatti Chiron Super Sports 300+ saldrán al mercado