El Corolla ha tenido una historia más bien gris en Colombia, pues nunca ha sido el superventas de otros mercados, entre otras cosas, por un sobreprecio que lo ha tenido por encima de sus rivales.
Las primeras unidades se vieron masivamente a comienzos de los 80 y con el cierre de importaciones habría una sequía de este modelo hasta una década después, cuando la apertura económica permitió volverlos a ver esporádicamente. Solo desde hace unos 15 años el Corolla ha venido entrando al país en una cantidad apreciable.
Ahora, y luego de una ausencia en 2016 y 2017 de nuestro mercado, llega esta generación, la 11, desde la planta de Indaiatuba, cerca de Sao Paulo en Brasil, donde se hacen casi 100.000 unidades de este modelo al año y es la factoría más importante de la marca en este continente. Es la decimoprimera generación del Corolla, porque para Mercosur aún no está lista la 12, que sí se vende en otros mercados como Estados Unidos, Asia y Europa.
¿Cómo es?
En Colombia se vende en dos versiones, la de entrada, denominada XEI, y la SE-G, más lujosa y a la que tuvo acceso EL COLOMBIANO. El frente es uno de sus principales cambios, pues presenta un agresivo diseño, profuso en cromos, parrilla delgada y con una línea de luces de ledes muy acentuada que hace juego con unos paragolpes de significativo volumen. Todo dentro de una línea muy asiática en cuanto a su presentación. Tiene también luces de iluminación diurna (DRL) y un coeficiente de penetración de Cx 0,28.
La versión probada equipa rines bitono de 17 pulgadas en aluminio envueltos en llantas Pirelli Cinturato P7, luces direccionales en los espejos, que son abatibles, y atrás hay nuevo diseño de luces, enmarcados por una línea cromada que cruza toda la zaga.
Adentro
En el interior hay una cabina enfocada más hacia el lado de lo sobrio, con asientos en cuero con pespuntes blancos y regulación eléctrica, tablero acolchado que ofrece una buena sensación de calidad, así como las puertas, radio con pantalla táctil y cámara de reversa firmado por Pioneer de integración local (que se ve algo postizo) y cuadro de instrumentos con computador a bordo (de difícil lectura) y retroiluminación azul, que le resta elegancia al conjunto y lo hace ver como un carro chino.
El volante, regulable en altura y profundidad, tiene mandos para operar el audio, el control crucero y el computador a bordo, con un diseño que los hace ver algo anticuados. El sistema de climatización es digital bizona. Nos hubiera gustado que los mandos de los elevavidrios y los seguros tuvieran iluminación, pues en las noches se dificulta su ubicación y manejo. El toque más moderno lo componen el encendido sin llave por botón, así como el acceso inteligente a la cabina y el sensor de lluvia.
El éxito mundial del Corolla se debe en parte a la amplitud de su interior, en el que hay espacio para todos en área para piernas y cabeza. Cuatro personas viajan perfectamente acomodadas, pues es un carro de 4.62 metros de largo, 1.77 de ancho y 1.46 metros de alto. La distancia entre ejes es de 2.70 metros y la altura al suelo de 13 centímetros. El baúl acomoda 470 litros con asientos abatibles en proporción 60/40. El vehículo está homologado para cinco ocupantes porque el piso plano mejora mucho las condiciones.