La reacción de muchas personas al verlo en la calle es de sorpresa, incluso de incredulidad. No es posible que ese carro sea parte de una de las marcas ícono del segmento premium.
Su forma cuadrada, rústica, con poco espacio para la aerodinamia; incluso sus puertas pesadas, con una manija a la antigua, que es necesario cerrar con un golpe seco hacen dudar a muchos de su procedencia.
No falta quien lo asocie con un carro de origen indio. Pero sí, es un Mercedes Benz.
No se trata de los modelos a los que está acostumbrado el público en Colombia para esta marca. De hecho, es la primera vez que se comercializa de forma oficial por parte de la marca en el país, pero sí uno de los más apetecidos por quienes buscan un carro con condiciones para el off road.
Se trata del Mercedes Benz Clase G. Es en regla un todoterreno. No solo por el diseño de formas cuadradas e incluso algo “vintage” que ha cambiado poco, muy poco, a lo largo de los 35 años de producción del modelo: simplemente se ha suavizado un poco en sus líneas pero sin llevarlo a las figuras estilizadas que hoy tienen algunos de sus competidores que también apuntan al segmento.
Ese, quizá, es uno de los detalles que lo mantienen vigente. También, además, su comportamiento sobre el terreno agreste.
Y aunque por fuera es rústico, adentro sí lleva la carga que significa tener el emblema de la estrella de tres puntas. Con el desarrollo tecnológico para brindar mayor comodidad. Algunos elementos de confort que hacen del modelo son: ajustes de su barra de dirección, materiales semirrígidos de buen ajuste en sus molduras y carteras, aplicaciones en cromo que enmarcan el tablero y la pantalla de 7 pulgadas que en este modelo se ve mejor dispuesta que en sus hermanos sedán.