Unos 787 mil niños colombianos de edades comprendidas entre los 5 y 17 años desempeñan actividades de producción de bienes y servicios, dijo este viernes la coordinadora del Programa internacional para la erradicación del trabajo infantil de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Liliana Obregón.
Obregón recordó este dato recogido en la última Encuesta Nacional de Hogares hecha por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) en 2007, con motivo de la celebración del Día Mundial contra el trabajo infantil.
La responsable de la OIT observó que es frecuente que los niños desempeñen actividades ilícitas en la calle, como la mendicidad, o que sean reclutados para recolectar hoja de coca.
Asimismo, aseguró a Efe que otros 850 mil niños colombianos realizan labores del hogar durante más de 15 horas a la semana, lo que a su juicio "apunta a que estos niños relevan claramente a un adulto en sus hogares".
Las niñas son más vulnerables
Las niñas se encuentran en una situación especialmente vulnerable, explicó, debido a que su labor se mantiene oculta a la sociedad y es corriente que se dediquen a las tareas de su propio hogar, sin ningún tipo de remuneración y sin posibilidad de acceder a la enseñanza.
La mayoría de ellas trabajan en el campo o en el servicio doméstico a terceros, aunque se detecta un gran número de niñas que son explotadas sexualmente o en términos de servidumbre.
Tareas por hacer
La procuradora delegada para la defensa de los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes, Ilva Miryam Hoyos, reconoció que "en el manejo de políticas públicas, el Estado, las alcaldías y los departamentos tienen una deuda con la erradicación del trabajo infantil".
Así concluyó Hoyos su exposición de resultados de una investigación de vigilancia sobre el desarrollo de políticas públicas en los departamentos y alcaldías, de la que se desprende que Bogotá es la ciudad con menor tasa de trabajo infantil, mientras que Ibagué, alcanza las mayores cotas.
Las cifras colombianas de trabajo infantil dentro de Suramérica se encuentran, según la funcionaria de la OIT, por encima de las de Brasil, Chile y Argentina y por debajo de las de Bolivia o Ecuador.