Una mujer de 82 años, llena de salud y con una gran sonrisa me recibió en la sala de su casa.
Ella estaba acompañada de una de sus hijas y entre las dos me contaron cómo fueron los días que vivieron, las angustias que pasaron y el servicio que les brindaron, a partir de un cáncer de mama que sin mucho preámbulo, un día llegó.
Así comienza esta historia
Para Lourdes Restrepo de Garcés y su familia el padecimiento comenzó con un examen de rutina.
Como lo hace de costumbre cada mes, Lourdes pidió una cita médica para evaluar el estado de su diabetes.
Allí la médica que la atendía le sugirió realizarse unos exámenes de rutina, entre ellos una mamografía.
"Mi mamá se resistió mucho al principio, decía que no la necesitaba, pero la doctora la convenció diciéndole que era muy importante hacer un buen control y finalmente accedió", comenta Liliana Garcés Restrepo, hija de Lourdes Restrepo de Garcés.
La mamografía fue muy dolorosa y se la repitieron tres veces en una hora.
A los 20 días les entregaron los resultados y la médica que se los había sugerido no los vio bien, por eso les recomendó hacerlos revisar por un médico especialista (oncólogo-ginecólogo) para tener más exactitud en su lectura.
En la mamografía se veían unos nódulos muy grandes, entonces, le mandaron una ecografía y de ahí una ecografía con biopsia.
El resultado de los exámenes
¡Cáncer de mama! Ese fue el resultado de los exámenes. Una terrible noticia para toda la familia de Lourdes Restrepo.
Ahí empezó el padecimiento de esta mujer y la desesperación de sus hijos.Los médicos le sugirieron una cirugía.
"Yo no quería hacerme operar, primero por la edad y segundo por mi diabetes. También le tenía mucho miedo a los riesgos", dice Lourdes Restrepo.
Sin embargo, la buena atención y el apoyo de los especialistas influyó mucho para tomar esta decisión.
"La EPS e IPS se portaron muy bien con toda la familia. Nos hicieron una charla a todos los hijos en la que nos explicaron lo que estaba padeciendo mi mamá y qué era lo mejor para ella", comenta Liliana Garcés Restrepo.
Para esta charla se reunieron todos los hijos, incluso algunos vinieron del exterior. Acá se dividieron las opiniones: unos querían que se operara y otros que les daba mucho miedo y dijeron que no.
Finalmente, el 21 de enero de este año fue operada y la cirugía fue muy exitosa.
Los médicos y las enfermeras se portaron muy bien con ella y su familia, en especial con su hija Liliana quien era la persona que la acompañaba constantemente.
La EPS
Muchas personas se quejan de los servicios que les prestan sus EPS. Algunos incrédulos dicen que seguramente algún día los atenderán, pero también hay otros que están contentos de tener un entidad que respalde su salud.
Liliana concluye: "Muchas personas se quejan de los servicios que les presta su EPS o IPS. Gracias a Dios a nosotros nos fue muy bien, quedamos muy contentos con todo el proceso y hoy mi mamá está saludable. Todo gracias a la médica que le mandó un examen de rutina".
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