Vivía y estudiaba en Sabana de Torres, Santander, y su sueño era ser una figura del pedal.
Lo suyo, eso de venirse a Medellín a dar pedal a un nivel superior, fue una determinación que hoy hace feliz a Eduardo Estrada Celis, coronado campeón panamericano juvenil de la persecución, a 449 milésimas del récord mundial.
Sí, del récord mundial, con tiempo de 3.14.407, que tiene en su poder el australiano Dale Parker (3.13.958) y superando la marca panamericana que poseía el estadounidense Tyler Phinneey, uno de los más prometedores pedalistas de este lado del mundo.
Eduardo Estrada, como para que el público se vaya grabando su nombre, es santandereano, mide 1.84 metros, pesa 66 kilos y hace dos años está residenciado en Medellín, donde primero encontró el apoyo de Luis Alfonso Cely, con el elenco de Itagüí.
El año pasado, Estrada fue vinculado a las filas del Orgullo Antioqueño, trabajó con el profesor Gabriel Jaime Vélez en la ruta y éste lo puso en manos de Benjamín Mincho Laverde, quien lo pule en la pista.
"Esta hazaña de Eduardo en México es algo que viene de su capacidad, talento y entrenamiento. Es un gran corredor en la ruta y acaba de hacer algo muy grande en la pista. Antes de viajar al Panamericano de Aguascalientes el adjunto Julián Muñoz me contó de los tiempos que estaba haciendo en los entrenamientos y en todos mostraba una enorme progresión", relata Vélez.
Un debut internacional, con el aporte de Estrada, que se ajusta con la otra medalla de oro de Jéssica Parra, igualmente ganadora de la persecución individual, con tiempo de 2.23.833 en los 2 mil metros, con récord panamericano en la veloz pista mexicana.
La tercera medalla dorada de la delegación nacional fue en el keirin, con el aporte del bogotano Juan David Gutiérrez, quien superó a los mexicanos Manuel Valdez y José Babucas.
"Lo realizado por Eduardo Estrada es una invitación al asombro. Este muchacho es muy dedicado. Es un corredor que sabe que la pista le entrega mucha potencia para la ruta y se muestra bien fundamentado", destaca el también técnico Julián Muñoz, quien reconoce la labor que hace con él Benjamín Laverde y el papel fundamentador de Luis Alfonso Cely. En este logro de su pupilo, también resalta la labor de Juan Felipe Osorio, bronce en la persecución.
Pico y Placa Medellín
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