Un albañil que realizaba arreglos en las sepulturas de un cementerio en la ciudad boliviana de Santa Cruz (este) murió linchado por un grupo de personas que pensaron que estaba profanando tumbas, informó este viernes la prensa local.
El fallecido es un hombre de 54 años que junto a otro albañil estaba haciendo obras de mejora en el cementerio El Terrado el pasado miércoles con motivo del Día de Todos los Santos y que fue supuestamente agredido por los familiares de una difunta cuya tumba había sido profanada y estaba vacía.
Según recogen este viernes medios locales, el otro albañil sobrevivió al ataque de la enfurecida familia y se recupera de sus heridas en el Hospital Japonés de Santa Cruz, desde donde ha explicado cómo sucedieron los hechos.
Cinco personas comparecerán este viernes ante un juez de Santa Cruz como presuntas autoras del linchamiento y acusadas por la Fiscalía de un delito de asesinato con ensañamiento.
De los cinco detenidos, cuatro son el viudo y los tres hijos de la mujer cuya sepultura había sido profanada y su cadáver robado, y el quinto es un amigo de la familia que está acusado de complicidad.
Los linchamientos se han convertido en Bolivia en un asunto que preocupa a las autoridades y que también ha suscitado la atención de instituciones como la Defensoría del Pueblo y organismos internacionales como Naciones Unidas.
Las personas que participan en estos sucesos dicen actuar amparados en la "justicia indígena o comunitaria", que está consagrada en la Constitución boliviana promulgada en 2009, aunque las autoridades han insistido en que ese sistema judicial no contempla el homicidio.
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