El Consejo Superior de la Judicatura falló una tutela en favor del cantante de música popular “Jorge Negrete de Colombia”, quien estaba condenado a 23 años y 7 meses de prisión por tentativa de homicidio agravado y hurto calificado y agravado.
El artista, cuyo nombre de pila es Jorge Andrés Montoya Moreno, es hijo del asesinado Jorge León Montoya Negrete, el exgerente de Coopebombas, la empresa de taxis más grande de Colombia (5.800 vehículos afiliados), y su caso ha estado plagado de irregularidades, amenazas y muertes.
Según los expedientes, la historia comenzó el 6 de enero de 2006 en un parqueadero del barrio Florida Nueva, del occidente de Medellín. Al sitio llegó el cantante en compañía de dos hombres para reclamar un automóvil Hyundai Atos de su madre. En este punto, la trama se parte en dos.
De acuerdo con la teoría de la Fiscalía, Montoya y sus acompañantes abalearon en su oficina al administrador del lugar, John Fredy Cañas, y le hurtaron un arma de fuego amparada y un millón de pesos de la caja menor. El afectado sobrevivió a cuatro impactos de bala, aunque perdió un ojo.
La versión de la defensa es diferente, precisa que su cliente había ido el sitio a reclamar el carro que le habían robado esa mañana, y que no fue el autor del atentado.
Desde un principio, la familia de “Jorge Negrete de Colombia” estimó que no estaban dadas las garantías para un juicio oral, que había un alto riesgo de que le vulneraran el debido proceso. Montoya Moreno se refugió entonces en el extranjero, siendo condenado como reo ausente (31 de julio de 2007). Abandonó su carrera musical, en la cual llevaba tres producciones discográficas de corridos prohibidos y rancheras, con tonadas como “El 5 y 6” y “Se te acabó el reinado”.
Su padre comenzó una batalla legal para lograr su inocencia, la cual fue perdida en las instancias judiciales siguientes y a través del fallo negativo de varias tutelas.
La estela de la muerte
Las pugnas jurídicas empezaron a oscurecerse con el asesinato del testigo Rubiel Durango, ayudante del parqueadero (2007); después le hicieron otro atentado a John Fredy Cañas, quién huyó de la ciudad.
El 22 de abril de 2010 mataron a bala en el barrio Santa Mónica de Medellín a Diego Fernando Escobar Múnera, el juez octavo penal del circuito, quien había condenado en primera instancia al músico.
Cinco meses después, un desconocido acudió a la sede de Coopebombas y le dijo al gerente de entonces, Jorge Montoya, que un policía de la Sijín y miembros de la banda “el Desierto” de Manrique estaban fraguando un plan para incriminarlo por la muerte del jurista y cobrar los 500 millones de pesos de recompensa que ofrecía el Gobierno. El visitante pedía dinero por la información.
El empresario no le dio un centavo y formuló la denuncia por extorsión, fraude procesal, falsas imputaciones, calumnia e injuria, en contra del policía y la banda en cuestión.
A través de un oficio, le preguntó a la Fiscalía si estaba vinculado a la investigación por el homicidio del juez. La Fiscalía 22 Seccional le respondió que no (03/12/10).
La denuncia por el supuesto complot en su contra fue archivada. Por medio de una carta, el empresario expresó: A pesar de la orden de archivo de las diligencias, sigo considerando que mi vida corre peligro”.
La situación se complicó el 23 de agosto de 2011, cuando al celular de uno de sus descendientes entraron dos mensajes de texto amenazantes: “Dígale a su hermano Jorge Andrés que si sigue con eso de la tutela en la Corte, lo vamos a matar” y “Los vamos a visitar para que vean que esto es en serio y le cuenten a su hermano Jorge Andrés”. La familia instauró la respectiva denuncia penal.
El 31 de enero de 2012 se confirmaron esos temores y Jorge Montoya, considerado uno de los padres del cooperativismo en Colombia, fue acribillado cuando iba en una camioneta, a la salida de su empresa, en el centro de la capital antioqueña.
Murió sin lograr la inocencia del cantante, en la que siempre creyó. Su hija Eliana, en estado de embarazo, resultó herida en el ataque de los sicarios.
El nuevo fallo
“Es una lástima que mi padre no esté aquí para ver los resultados, él siempre luchó por esto”, le contó a elcolombiano.com Diego Montoya, hijo del difunto Jorge León y nuevo gerente de Coopebombas.
Se refiere al fallo del Consejo Superior de la Judicatura, que ordenó la repetición del juicio oral en el caso de “Jorge Negrete de Colombia”. Uno de los argumentos para la decisión fue que la Fiscalía habría omitido una prueba y que se violó el debido proceso.
“Mi hermano sigue fuera del país, pero está contento, él siempre confió en la justicia”, agregó Montoya. En una fecha por definir, el juicio será repetivo en el Juzgado Octavo Penal del Circuito de Medellín.
La Asociación de Intérpretes y Productores Fonográficos (Acinpro), expidió un comunicado en el que respaldó el fallo del Consejo Superior de la Judicatura, “queremos que se respeten los derechos a un juicio justo que nunca tuvo nuestro colega”.