Es posible que en su momento las razones esgrimidas por María del Pilar Hurtado y quienes le gestionaron asilo político en Panamá, no correspondieran en realidad a hechos que configuraran persecución política. Entre otras cosas, porque al solicitar y obtener esa protección internacional, el Gobierno colombiano estaba constituido aún por amigos de la administración a la cual ella sirvió. Y quizás por eso la Corte Suprema de Panamá, con mayoría de 8 a 1, anuló el asilo por considerarlo "inconstitucional".
Pero si la persecución política no era clara entonces, en las actuales circunstancias sí se nota un ánimo de cacería contra la exdirectora del DAS.
Ojalá pudiéramos creer en que ella gozará de garantías judiciales para declarar todo lo que sabe, y que ya tendría que haber aclarado. Pero muchos no disimulan que no se quiere justicia sino venganza.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6