Entender que un ser querido está en el camino de las drogas, no es fácil y mucho menos cuando la noticia llega por sorpresa.
La mayoría de los padres desearían tener a sus hijos en una cajita de cristal y allí protegerlos de todo aquello que podría perjudicar sus vidas. Sin embargo, esto es imposible, los jóvenes necesitan enfrentarse a la vida, conocerla y vivirla para finalmente compartir sus experiencias con las nuevas generaciones.
Y aunque no se pueden meter en la caja de cristal, los padres deben estar allí para aconsejarlos y guiarlos en todas las circunstancias, pues la familia siempre será el eje o punto de apoyo para todos sus integrantes.
Un tema delicado
Especialmente cuando se tiene todo lo necesario para vivir, es imposible comprender la razón por la que un hijo esté metido en malos pasos.
"Uno de los momentos más duros que he vivido fue cuando me enteré que mi hijo estaba en el camino de las drogas. Me sentí impotente y con una inmensa tristeza, no sabía qué le había faltado. Creía que el error era mío, me sentí culpable", comenta Jorge un padre que durante cinco años luchó para que su hijo saliera de este doloroso mundo.
Según los expertos la idea no es sentirse culpable, pero la familia, en especial los padres, deben estar siempre atentos de los pasos de sus hijos. Es importante hacer un seguimiento de sus amistades, sus gustos y hasta los lugares que frecuentan.
Los jóvenes muchas veces se dejan llevar por sus círculos cercanos o simplemente por las circunstancias o eufórias del momento. Por ello, es importante que cuenten siempre con el apoyo de sus padres y exista la confianza necesaria para evitar que este tipo de problemas se presente. Tanto el padre como la madre, deben conocer bien a su hijo, procurar tener una relación más amistosa, sin dejar a un lado la autoridad o el rol de adultos.
¿Qué hacer?
"Cuando los progenitores se enteran de que el adolescente está consumiendo alguna sustancia indebida, es importante mantener la calma para entablar un diálogo que sea claro y directo, con el fin de buscar soluciones ante la problemática que se está presentando", explica la psicóloga de la ESE Carisma, especialista en farmacodependencia, María Eugenia Galeano Arenas.
No se debe señalar ni juzgar al adolescente, solo se permite buscar soluciones a la problemática que se está presentando. Si el asunto es delicado, es importante buscar la ayuda de un profesional que guíe el proceso. Sin embargo, el apoyo de los padres es esencial.
"Es necesario entender la situación que el otro está viviendo, que es como una enfermedad, para la que se debe buscar la orientación adecuada", dice la especialista.
Retomar las actividades en familia, adquirir compromisos y aprender a conocer cuáles son las necesidades de los hijos son factores claves para evitar el consumo.
Si presenta la sospecha de que su hijo está bajo el efecto de sustancias ilícitas, debe fundamentarse con la presencia de signos y síntomas de carácter físico, psicológico, actitudinal, escolar o laboral.
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