Cada mañana, luego del sonido del pito y el repicar de la campana para izar el Pabellón Nacional, donde los integrantes de la Armada juran ofrendar su vida por el azul de la bandera, el suboficial tercero, Diego Andrés Villate, jefe de la Oficina de Meteorología del Centro de Investigación Oceanográfica e Hidrográfica, CIOH, se dirige junto a su equipo a la oficina en la que monitorean que el mar "siga en sus cabales".
Desde que Villate entra a la oficina, congelada por el frío gélido del aire acondicionado y que contrasta con el calor de Cartagena, su atención se centra en las nueve pantallas en las que monitorean que en el país no haya tsunamis. Su tarea en el Centro de Alerta de Tsunami, es apoyar las operaciones de la Armada con pronósticos de tiempo y mar.
En este centro de investigación, se miran condiciones sísmicas que puedan llevar a que se genere un maremoto como el sufrido el 12 de diciembre de 1979 cerca a Tumaco, Nariño, donde la fuerza del mar cobró la vida de 450 personas, dejó 1.000 más heridas, destruyó 3.000 viviendas y dejó 2.000 averiadas. Ese miércoles, San Juan de la Costa fue borrada del mapa de Colombia.
"En el Centro de Alerta monitoreamos las condiciones sísmicas que se puedan presentar en el Mar Caribe, advirtiendo si un fenómeno adverso como este puede llegar a las costas de Colombia", explica el suboficial Villate.
Para realizar el monitoreo, la Armada cuenta con sistemas en red con otros centros de alerta regionales, con la Red Sismológica de Colombia y otras redes sismológicas del mundo, "y como complemento a la información que tenemos, consultamos los datos como el modelo GFS y observamos las líneas de corriente que se presentan a nivel mundial en tiempo real, su dirección y su intensidad del viento y de otras variables como temperatura, humedad, y en otros casos, precipitación", precisa el Suboficial.
Otras funciones del CIOH
El Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas, CIOH, no solo se encarga del estudio del los tsunamis y sus repercusiones en Colombia. Entre sus funciones está el estudio y ejecución de proyectos de investigación y evaluación de fenómenos oceanográficos, hidrográficos y de contaminación marina. Además, contribuye a los programas de preservación y conservación del medio marino.
El capitán de corbeta, Javier Gómez, jefe de investigaciones del CIOH del Caribe precisa que todos los trabajos realizados en esta sede, sirven como apoyo para informar a la población en caso de que se genere algún evento como tsunami o terremoto, además, informar el estado del tiempo a las embarcaciones que transitan por el mar territorial colombiano.
Salvando los corales
Cuando el capitán de corbeta Carlos Martínez, habla de salvar los corales, dos expresiones asoman en su rostro. La primera, es la preocupación porque la plataforma de coral se ha ido perdiendo del lecho marino colombiano.
Y son varias las razones por la que esta especie viva del mar esta en vía de extinción, como explica el capitán Martínez. "Acá es muy difícil por varios temas. Uno, son las presiones mundiales que se están dando en todo el mundo por el calentamiento global y la sedificación del mar. Otro, son a nivel local como la pesca con dinamita. Además, los aportes del canal del dique que son constantes", dice Martínez.
Explica el Capitán que a partir de la década del 81, cuando se hicieron los últimos trabajos del Canal del Dique, se perdieran las especies de coral en un 70 por ciento. Entre las más amenazadas están las conocidas como cacho de venado y cuerno de alce.
Pero el trabajado de la Armada Nacional no se ha centrado solo en denunciar la extinción del coral y el mal manejo del medio ambiente en zonas costeras. En sus tareas rutinarias, estos hombres y mujeres que viven por y para el mar, han desarrollado acciones preventivas dedicadas a la conservación del medio marino y el entorno que los rodea.
Entre esas acciones están los trabajos con las comunidades para concientizarlos que del mar depende la subsistencia no solo de los que se benefician de este, sino de las mismas especies que habitan en los océanos colombianos.
"Hemos hecho, por ejemplo, jornadas de capacitación con los pilotos de embarcaciones para que ellos sepan que no deben tirar el ancla en cualquier sitio y esto daña los corales; con los turistas, no tocar los corales cuando se va a caretiar, no arrojar basuras al mar, no comer especies pequeñas o sin desarrollarse, no comprar caracoles o productos hechos de animales en vía de extinción", manifiesta el capitán Martínez.
Guardería de Coral
La segunda expresión del capitán Martínez cuando habla de los corales es de satisfacción. Y todo es porque en Colombia, para salvar esta especie en extinción, se viene trabajando en las guarderías de coral, un proyecto que busca repoblar esas superficies marinas en las que la especie dejó de existir.
Dice el capitán Martínez que tienen un convenio para hacer guarderías de coral y luego de criarlos, transplantarlos al medio marino y recuperar las especies.
"Nosotros las cogemos y las ponemos en una especie de árbol. Así se van adaptando y creciendo. Por ejemplo, tenemos unos que crecieron de tres centímetros a 43 en un año y tuvieron más de 30 ramificaciones. Eso nos da un excelente nivel de crecimiento. Este año, hicimos el primer transplante de coral de una guardería al lecho marino", cuenta Martínez. Según estudios de la Armada, los sitios más afectados por la desaparición del coral son Bahía Barbacoas y las Islas del Rosario alrededor de Isla Grande.
"Seguiremos en este trabajo, a pesar de contar con un presupuesto tan reducido. Estamos encargados de cuidar los parques nacionales para evitar llegar al desastre que nos espera", asevera Martínez, con asomo de preocupación por el desastre ambiental que quiere evitar el y sus hombres, y todos los de la Armada Nacional quienes al caer la tarde, con el sonido del pito y las campanas reafirman su compromiso de dar la vida por el azul de la bandera
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