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¿Amor? ¿Una banca con amor? ¿Eso es posible? Carlos Raúl Yepes Jiménez, presidente de Bancolombia, dice que sí es posible y por eso desde que asumió el mando del banco más importante del país empezó a trabajar en eso.
Cuando una entidad financiera gana al año 1,4 billones de pesos como ocurrió en 2010, es difícil explicar la filosofía que está construyendo el banquero. Por que el desafío es grande pues el banco tiene más de 720 sucursales en 185 municipios, unos 2.481 cajeros automáticos, 800 corresponsales no bancarios, 20.776 empleados (incluyendo a Panamá y el Banco Agrícola, de El Salvador) y más de 7 millones de clientes.
Así como habla con dominio de rentabilidad, de crecimiento, de utilidades, de tasas del Banco de la República, de inversiones, de expansión, de emisiones de bonos, también tiene en su lenguaje frases como cercanía, calidez, confianza, gratitud, amor, inclusión, respeto y coherencia...
Desde el primero de febrero, cuando tomó las riendas del banco, Yepes Jiménez se dedicó a recorrer el país, para conocer la institución por dentro. De San José del Guaviare, pasó a Villavicencio, Funza, Liberia, Manaure y otras ciudades. Pero también estuvo en Lima, San Salvador y en Ciudad de Panamá, donde el banco tiene una presencia importante
Así como predica, también aplica. Y un ejemplo de que el hombre está actuando para humanizar el negocio financiero es que hace unas semanas, cuando el Gobierno sancionó la ley que amplía en dos semanas la licencia de maternidad, el banco tenía 250 madres empleadas en licencia de maternidad, pero no las cobijaba la norma. Pero él decidió que sí debían gozar de este beneficio.
¿Cómo han sido estos seis meses en el banco?
"Esto lo estamos manejando con transformación de las personas. Con eso se logra la transformación del Grupo Bancolombia. No solo tenemos un liderazgo económico sino el de la transformación de la sociedad y es lo que yo llamo el desafío superior. Estoy feliz que otras entidades del sector financiero nos estén copiando, por ejemplo, en bajar los costos de los servicios.
En el banco se está empezando a sentir otro ambiente porque los dos pilares fundamentales son el empleado y el cliente. Si tenemos empleados satisfechos y se sienten felices, vamos a generar unos ambientes de trabajo diferentes, actitudes diferentes para que el relacionamiento tenga cuatro atributos: la calidez, la cercanía, el respeto y la inclusión. Estamos utilizando un lenguaje diferente que no sea solo al interior de la organización sino también hacia fuera. Si tenemos empleados felices vamos a tener clientes felices, con unos inversionistas y unos accionistas que nos van a preferir".
¿Ese mensaje sí está calando, sobre todo en un banco donde todo es como muy rígido?
"El mensaje sí se ha asimilado. El lenguaje tiene unas categorías para ponernos de acuerdo, tales como gratitud, y confianza. Una frase muy bonita a la que le encontré sentido la obtuve en Barrancabermeja. Un empleado me dijo que inclusión era que todos somos importantes. Y eso también lo estoy aplicando en el banco. Otro ejemplo es que nos quitamos la corbata, lo que ayudó a desentiesar el banco.
Estamos en la búsqueda de equilibrios porque todos los bancos hacemos lo mismo: tenemos cuentas de ahorro, créditos, CDT y otros productos financieros. La diferencia es cómo lo hacemos. El negocio de nosotros no es ganarnos la plata con intereses de mora, es ayudar a crecer a la gente. El objetivo no es llevar a la gente a tener procesos judiciales. En un Comité de Presidencia incluimos la palabra amor y decidimos que vamos a hacer con amor nuestro trabajo por nuestros clientes y nuestros empleados. Es raro en un banco hablar de amor porque es una palabra que no existe en el lenguaje empresarial y menos en el de banqueros".
¿No cree que eso que usted plantea choca en la banca más convencional y tradicional?
"Ojalá choque... Es que ese es el mensaje y por eso estoy disfrutando tanto lo que estoy haciendo, porque veo esas oportunidades de hacer las cosas diferentes y los espacios se están dando. El mercado cambia, los clientes cambian, la competencia cambia. Y la oportunidad no solo es para Bancolombia, sino para todo el sector financiero a la hora de cambiar la actitud frente a los clientes. Y lo bonito de todo esto es que lo vamos a cumplir. Porque hay que ser coherentes y no quedarnos en el discurso. El tiempo nos dará la oportunidad de ver los resultados".
¿Cómo ve usted el crecimiento del crédito que se mantiene en aumento, y el riesgo de que se esté generando una burbuja?
"Es muy bueno que el país crezca, es muy bueno que la gente se endeude, pero nosotros desde esta organización acogemos el llamado del Gobierno y del Banco de la República de apagar un poco la fiesta. En los comités hemos dicho que vamos a colocar la cartera con prudencia y con disciplina. Ninguna de nuestras políticas de riesgo se ha relajado y estamos revisando las políticas de riesgo al alza. El indicador de cartera vencida del banco es del 2,6 por ciento, que es el más bajo de la historia y eso quiere decir que la gente está pagando".
¿Qué opina de las decisiones de política que está tomando el Banco de la República?
"No son sorpresivas sus decisiones. Ese incremento de tasas de interés era el esperado. Se ve creciendo la cartera, pero crece con calidad. Uno se inquietaría si fuera lo contrario. Acatamos lo que están haciendo en el Banco porque es lo que técnicamente se debe hacer. No vemos riesgos por que al ser una banca universal tenemos una mayor dispersión de los mismos".
¿Entonces van a endurecer el acceso al crédito?
"Vamos a fortalecer la decisión del otorgamiento del crédito. Estamos en esta fiesta económica en la que alguien tiene bajar el sonido y actuar con prudencia, para que haya una rentabilidad sostenible".
En los últimos meses el banco ha hecho emisiones de bonos muy grandes. ¿Está en plan de salir de compras?
"En una institución como esta, de banca universal, que ya es multilatina, sería un despropósito no tener en su estrategia la internacionalización. Siempre tenemos en el radar objetivos estratégicos. Tenemos áreas especializadas que buscan compañías (fiduciarias, de valores, banca o negocios similares) que puedan hacer clic con nosotros para continuar con nuestra expansión y generar un crecimiento inorgánico del grupo. Lo que pasa es que no hay muchas de acuerdo con nuestras premisas porque buscamos compañías líderes en el mercado, que generen valor y que hayan sido bien administradas, en economías estables política y jurídicamente. La emisión de un billón de dólares de mayo no fue para comprar un banco en el Perú. Hicimos otra de 800.000 millones esta semana y los 600.000 millones de pesos del año pasado. Bancolombia, en el último año, ha hecho emisiones por más de 5,1 billones de pesos. La estrategia que tenemos de emisiones de bonos es para atender el crecimiento del crédito no solamente en Colombia sino fuera del país".
¿Van a emitir acciones?
"Hoy no estamos pensándolo. ¿Qué pasa si en unos días aparece una oportunidad con la compra de una institución financiera? Tendremos qué analizar cómo financiar esta operación y, seguramente, haríamos una emisión pero hoy no lo vamos a hacer".
¿Cómo ve el primer año del Gobierno de Santos?
"Por naturaleza soy muy optimista y creo que, por lo menos en lo económico, se ha logrado interpretar la seguridad democrática en el esquema de prosperidad económica. Me parecen muy valiosas las reformas que se han adelantado. El presidente Santos todavía tiene un capital político interesante que en esta legislatura que debe aprovechar. Veo unos ministros empoderados, con entusiasmo. Hay un buen equipo en el Gobierno y seguramente habrá algunos cambios, pero eso es normal. El lenguaje de las locomotoras le ha servido al país así algunas no tengan un ritmo mayor".
El costo por los servicios sigue inquietando a los clientes. ¿Qué más se viene en esta materia?
"Un banco funciona con muchos esquemas costosos. Tecnología, seguridad, todo los procesos nos valen muchísimo, es costosa la siniestralidad de los bancos que además, no se asegura... Pero estamos estudiando cositas".
Pero en la calle existe la concepción de que la banca también gana mucho dinero...
"Vamos primero por la estructura de costos: hay una que pasa desapercibida y es muy costosa, que es la regulación. Las entidades del sector financiero sostienen a la Superintendencia Financiera. La siniestralidad como el fraude, las clonaciones, no nos la aseguran. Este es el único sector que está con todas las cartas sobre la mesa. Tenemos que informar cuánto es nuestro margen de intermediación, (6,1 por ciento en el banco). Es muy bueno que a las empresas les vaya bien, pero lo más importante de un país es que a los bancos les vaya bien porque son el sistema de pagos.
Hacemos parte de la economía formal y por ejemplo el gravamen a los movimientos financieros le está valiendo a la gente, y a nosotros también; el impuesto al patrimonio le vale a la gente, y a nosotros también. Y la tecnología también le cuesta a la gente, lo mismo que al banco. Entonces qué bueno que a Bancolombia le vaya bien porque ahí están 750.000 millones de pesos nuestros que se los entregamos al Estado en impuestos. Sí ganamos mucho, pero esto hay que verlo de manera integral".