Con un final aparentemente feliz culminó este miércoles la telenovela que se tejió con relación a quién tomaría la dirección técnica de Independiente Santa Fe. Pese a su renuncia del domingo pasado, Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez pensó bien las cosas, dialogó con los jugadores, con los directivos y decidió continuar al frente del conjunto cardenal.
“La verdad es que cuando esta mañana me citan a reunión los directivos, lo primero que pensé es que con ellos no he tenido ningún problema, siempre ha habido el mejor respaldo, la mejor comunicación, nunca me echaron. Cuando di esas declaraciones en El Campín dije que había un buen grupo de jugadores y directivos, pero que yo no había encontrado el equilibrio.
Vine a hablar con ellos como siempre, con respeto, con buen trato, con apoyo y les dije que sí, que las declaraciones habían sido como soy yo, primario, y en un momento de ofuscación, que no era la mejor forma de decirle al Presidente que estaba pensando eso, pero después de ver la actitud de los jugadores, el apoyo de ellos, que siempre los he considerado buenos trabajadores, buenos futbolistas, cualquier técnico tiene que continuar”, aseguró Bolillo.
Fueron algo más de tres días en los que los dimes y diretes estuvieron en el ambiente santafereño. Primero se dijo que Germán Basílico González sería el encargado de tomar el grupo, luego que podrían ser Gabriel Jaime Barrabás Gómez y Elkin Sánchez, posteriormente que Bolillo regresaría, fueron muchas cosas y una sola realidad, la que el mismo Gómez dio a conocer ante los medios de comunicación: su continuidad.
La hora de la verdad
La jornada de este miércoles inició temprano en la sede administrativa del cuadro cardenal, antes de las 8:00 de la mañana cuando los directivos se hicieron presentes en la entidad, incluido el presidente Armando Farfán, quien el martes en la noche llegó a Bogotá proveniente de España.
Primero se reunió el Comité Ejecutivo, posteriormente fue invitado el técnico González, para que expresara su punto de vista al respecto, y luego pasaron al salón de reuniones los jugadores, quienes en su totalidad llegaron a apoyar a Hernán Darío Gómez.
Después que cada uno dio a conocer su opinión, a eso de las 9:20 de la mañana, tomaron sus vehículos y se dirigieron al campo de trabajos, a hacer el entrenamiento matinal. Arriba seguían los directivos y González reunidos.
A las 10:10 de la mañana, a bordo de un taxi, llegó Bolillo, tranquilo, sereno, escoltado por los medios de comunicación y ya no con una rabieta, sino con sentido del humor: “parezco un cantante”, dijo antes de entrar a la sede para unirse a la reunión. Una hora después, junto a Farfán, descendió del segundo piso y comunicó su continuidad en la institución.
Apoyo
El Bolillo que se vio este miércoles se mostró agradecido con sus jugadores, con los directivos y con la hinchada cardenal. Aseguró que el respaldo recibido por parte de todos es el que, al fin de cuentas, le lleva a continuar al frente del Expreso Rojo, entidad que ya está en su corazón.
“Siempre he recibido palabras de apoyo por parte de los directivos, siempre han estado al lado mío, siempre han sido buenos, pero la reacción de los jugadores lo lleva a uno a pensar que acá hay una familia, hay que protegerla, esa es la que voltea a cualquier técnico, para seguir o para irse”, afirmó Gómez.
“He venido entendiéndome con la hinchada, me han ido tomando cariño, yo con ellos, por que ven que soy una persona entregada a Santa Fe, que soy un hombre de sentido de pertenencia (…) Si la hinchada sigue con ese apoyo, uno va cogiendo más seguridad”, indicó, contradiciendo sus afirmaciones de la rueda de prensa del domingo en la noche, cuando dijo que nunca se había sentido tan mal tratado como en El Campín.
Bolillo señaló que todo lo ocurrido se presentó en un momento de calentura vivido luego de la derrota sufrida ante Quindío el pasado domingo en El Campín (2-3) y ratificó que el grupo va a seguir luchando, para conseguir la mejor posición posible.
“Todavía no entiendo cómo perdimos ese partido. Hay juegos que nosotros decimos tuvimos errores defensivos, errores ofensivos, no fue el mejor trabajo, un montón de explicaciones, pero para este no encontramos ninguna. Salí muy molesto porque el trabajo de la semana fue perfecto y en el partido fue otra cosa, fue un juego en el que no andábamos bien, pero no daba para eso y entonces entré un poquito, un poco no, mucho en crisis (…) Hablé con el Presidente, él me regañó y me dijo ‘espero que no me vuelva a hacer esto’, yo le dije: ‘seguro que se la vuelvo a hacer’ ”, aseguró en otra de sus bromas de este miércoles.
El estratega indicó que para él es un orgullo estar dirigiendo en Bogotá, una ciudad que con cualquiera de sus tres equipos (Equidad, Millonarios y Santa Fe) merece un título en el torneo profesional y reiteró que va a trabajar para que el cuadro a su mando sea el que consiga esa gesta.
“Quiero mucho a Santa Fe. La verdad, quiero darles alegrías al equipo, a la hinchada, a los directivos. Siempre lo voy a sostener, es un grupo caché, es una gran institución con grandes directivos, grandes jugadores de fútbol que no merecemos estar donde estamos y como estamos”, puntualizó.
