La mayoría de los equipos que estén a punto de hacer su debut mundialista probablemente se sentirían contentos solamente de estar allí, pero Bosnia puede aspirar a más ya que cuenta con un plantel talentoso que deslumbró en las eliminatorias para acceder a su primer gran torneo como nación independiente.
Edin Dzeko y Vedad Ibisevic, autores de 18 de los 30 goles de Bosnia en la eliminatoria, forman una dupla ofensiva prolífica y serán los principales responsables de las posibilidades del equipo en el Grupo F del Mundial, donde también están Argentina, el campeón africano Nigeria e Irán.
Aunque conseguir un buen resultado contra Argentina en el debut en el estadio Maracaná de Río de Janeiro puede ser poco probable, la selección dirigida por el exdelantero de Yugoslavia Safet Susic tiene buenas probabilidades de avanzar a la segunda ronda.
Susic y la mayoría de sus jugadores dicen que llegar a octavos de final es una exigencia mínima para un equipo que cuenta con Dzeko e Ibisevic, quienes serán acompañados por el centrocampista ofensivo Miralem Pjanic en la creación, y por Senad Lulic y Sejad Salihovic en las bandas.
La defensa es la zona débil de Bosnia, que además no cuenta con un recambio importante si pierde a alguna de sus figuras, algo que Susic admitió tras la clasificación al Mundial.
El entrenador de 59 años, que convirtió 21 goles en 54 partidos como internacional y es considerado uno de los delanteros más talentosos que hayan surgido en la exYugoslavia, también podría necesitar imponer disciplina en el vestuario.
Susic, un hombre de tono suave y con buen humor para atender a los medios, demostró su carácter cuando enfrentó a Dzeko y al capitán Emir Spahic por un desacuerdo tras una derrota 2-0 ante Egipto en un amistoso jugado en marzo en Innsbruck.
Ambos futbolistas se quejaron por la omisión de su amigo Senijad Ibricic en el equipo. Además, Dzeko jugó los 90 minutos a pesar de que había pedido salir en el entretiempo, tras lo cual Susic dijo a periodistas que el delantero del Manchester City tenía que darse cuenta de quién estaba a cargo.
El técnico también dejó en claro que no quiere que sus jugadores se duerman en los laureles tras haber tenido una recepción de lujo en Sarajevo tras la victoria 1-0 sobre Lituania en octubre que significó la clasificación al Mundial.
"No me importa si tengo el apoyo de los jugadores o no porque no le temo a las críticas, no estoy llevando al equipo al Mundial de Brasil para una expedición turística", declaró Susic tras el amistoso ante Egipto.
Susic, un futbolista que mostraba su mejor faceta bajo presión, debe inspirar el mismo tipo de coraje y determinación en un equipo que tiene el potencial de convertirse en una de las mayores sorpresas de la Copa del Mundo.
