Una motocicleta nueva era la recompensa que su hermana le iba a entregar a una niña de 11 años de edad, si lograba engañar a la guardia de Bellavista, para ingresar al penal, durante la visita dominical, un revólver y 74 teléfonos celulares.
Sin embargo, la malicia de los guardianes fue más contundente y ante las sospechas que les generó el tamaño del abdomen de la pequeña, la requisaron con cuidado y le detectaron una faja en la que ocultaba un revólver calibre 38 largo y en la cintura y parte de la espalda establecieron que las llevaba cubiertas de modernos teléfonos celulares, pegados con cinta adhesiva.
El presidente del sindicato del Inpec en Antioquia, dragoneante Luis Pinzón, dijo que los equipos iban marcados por lo que la Policía Judicial inició la respectiva investigación.
Agregó que es inaudito que cada que hay visita de niños encuentran un promedio de tres casos en los que utilizan a los menores para entrar elementos prohibidos, sin importar en qué.
Voceros del Inpec indicaron que, consultados los padres de la niña, estos dijeron que les había asegurado que la habían invitado a un paseo ayer domingo.
La Dirección del Inpec informó desde Bogotá que la menor se encontraba en compañía de una hermana, quien es investigada por las autoridades judiciales, y que el permiso para ingresar lo había tramitado uno de sus hermanos, recluido en el patio Quinto del penal.
La pequeña quedó a disposición de la Policía de Infancia y Adolescencia, que la trasladará hoy al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para protegerla y restablecerle sus derechos vulnerados, por quienes la utilizaron para esta acción ilegal.
A finales de enero pasado, la Policía y el Inpec hicieron una requisa en seis patios del penal y encontraron numerosas armas blancas, teléfonos celulares de última tecnología y droga que era introducida a la cárcel por mujeres utilizando sus genitales.
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