Los dirigentes del Independiente Medellín sacaban pecho ayer. El gerente Iván Roldán lo evidenció al recordar que "el equipo no iba a salir y armamos un buen grupo, la primera meta era salvar el descenso y así fue, y nos llenamos de ambición anhelando la clasificación y se dio gracias al compromiso".
En la misma tónica de satisfacción se encuentra Germán Cano , quien a su llegada al conjunto rojo, procedente del Nacional paraguayo, prometió muchos goles y no lo estaba cumpliendo por "dejarme provocar en dos expulsiones que me dejaron cuatro fechas por fuera".
El aceptar que "estaba en deuda por no cuidarme de las tarjetas y no pensar en los riesgos para el equipo" le sirvió para que el técnico Hernán Bolillo Gómez le soltara de nuevo la titular.
Gracias a esa confianza, Germán recuperó su tranquilidad, volvió a los goles (ajustó siete y está a dos de ser el artillero de la Liga Postobón-II) y hace nuevos planes.
El atacante de 24 años de edad, confesó que "la nueva ilusión es lograr cosas grandes con esta camiseta roja, eso significa buscar el paso para la final; tenemos equipo para ello, superamos el bache e hicimos méritos para clasificar y gracias a las correcciones en definición, aparecieron los goles que nos tienen entre los ocho y soñando con nuevas alegrías para la hinchada".
Germán Cano ya tiene la mente puesta en el juego del sábado ante Itagüí y asegura que ante este y los demás rivales, el DIM debe mantener la agresividad de los primeros partidos y del segundo tiempo del domingo frente al Quindío si desea soñar con la sexta estrella en Colombia.
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