A pesar de las miles de denuncias que se reciben a diario en el país por el hacinamiento en las cárceles, que llega en promedio al 56 por ciento, tal parece que la situación continúa cada vez más problemática. El Inpec informó que en lo transcurrido del 2013 se han recibido 29.849 personas más.
Bogotá presenta una de las situaciones más graves, agregó el Inpec, pues entre el 5 de agosto y el 5 de octubre recibió 650 internos y sólo en septiembre se recibieron 304 personas.
Cuando el mayor general Gustavo Ricaurte asumió la dirección general del Inpec, hace 36 meses, había más de 20.000 internos en las cárceles, únicamente con identificación morfológica, omitiendo la disposición legal que ordena la ley, la identificación plena de los reclusos, lo que generó en su momento 372 demandas en contra del Estado, por pretensiones que ascienden a los 72.000 millones de pesos.
Mediante convenio con la Registraduría y la adquisición de equipo biométrico se logró la identificación plena de los internos atendiendo las disposiciones legales. Por lo tanto, los establecimientos de reclusión no reciben internos de URI, Sijín, etc. que no estén plenamente identificados y que no tengan la calidad de imputados.
Lo anterior, porque muchas de las personas que están en URI y Sijín no cumplen con este requisito para el sistema carcelario y penitenciario del país.
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