Una banda dedicada al hurto de vehículos de carga pesada en varias regiones del país fue desmantelada por la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín), que logró la captura de siete de los integrantes.
La caída de la banda, más conocida como Los Volqueteros, se produjo después de meses de seguimiento y la denuncia de 30 personas engañadas y robadas, la mayoría de ellas en Bogotá, Villavicencio y Villanueva (Casanare). Los capturados deberán responder por concierto para delinquir agravado, hurto calificado, falsedad marcaria y estafa.
Las autoridades identificaron a los implicados por sus alias. Se trata de "Carlos Alberto (jefe de la organización), "Juana" y "Rafael" (autores materiales); "El Gordo" y "El Flaco" (desguazadores), "Pai" (conductor) y "Pepe" o "Nicolás" (comercializador).
La modalidad delincuencial de Los Volqueteros consistía en utilizar como fachada el supuesto interés por comprar automotores ofrecidos en avisos clasificados publicados en la prensa e Internet.
Según la Policía, Los Volqueteros contactaban a los vendedores vía telefónica, y, una vez se surtía la primera cita para observar las condiciones de vehículo, los falsos interesados acordaban un segundo encuentro con el pretexto de someterlo a revisión en un taller de su confianza.
Ya en el taller, las víctimas eran engañadas por dos mujeres que, aprovechando sus atributos físicos, lograban distraer al vendedor, al que luego le ofrecían una supuesta bebida de cortesía contaminada con escopolamina.
Las autoridades revelaron que las víctimas, con sus condiciones físicas y anímicas alteradas, y en pleno estado de indefensión, eran trasladadas por los delincuentes hasta residencias o moteles. Allí eran despojadas de sus pertenencias y abandonadas.
En tanto, un conductor sacaba el vehículo del taller fachada y huía hacia una ciudad diferente de donde se había perpetrado el robo. En la mayoría de los casos, para "desguazar" los carros y comercializar las partes en sitios ilegales.
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