No podría compararse la libertad que tienen los jóvenes del presente con los del pasado, por ejemplo, en el momento de elegir una profesión. Sin embargo, todavía hay muchos que ceden a las presiones sociales y escogen estudiar carreras que no son de su agrado.
En estos días, cuando comienza el segundo semestre de 2008, analice si lo que decidió como profesión será lo más coherente con sus capacidades y expectativas.
Proyéctese no sólo como estudiante sino como profesional y piense si podrá ser feliz en esa área.
Una posibilidad son los centros de bienestar social que tiene la mayoría de las instituciones de educación superior donde brindan asesorías.