Tres marines estadounidenses murieron ayer en un tiroteo en la base de Marines en Quantico, Virginia. El tirador mató a dos de sus compañeros, un hombre y una mujer, antes suicidarse.
"Se trató de un hecho aislado. Nunca hubo sospechas de que se tratara de un asesinato masivo", dijo el capitán Eric D. Flanagan, vocero del Pentágono, quien agregó que las identidades de las víctimas serán reveladas hoy.
Un portavoz del Cuerpo de Marines relató a la cadena CBS que el sospechoso, que fue cercado en un barracón de la escuela de aspirantes a oficiales, fue encontrado muerto al lado de otro marine.
The Washington Post aseguró en su edición digital que se estudian los motivos del tiroteo, entre ellas la de un posible caso de celos. El diario citó a un oficial que pidió reservar su identidad y señaló que "esa teoría no se descarta".
Estado de alerta
El coronel David Maxwell narró que los disparos se escucharon alrededor de las 11 p.m. hora local (10 p.m. en Colombia), aunque la primera llamada a la línea de emergencia fue hecha a las 10:30 p.m.
Según el oficial, se encendió de inmediato el sistema de alarma de la base, conocido como giant voice (la voz gigante), para poner las instalaciones en estado de alerta.
Por su parte, el vocero de la base de Marines, el cabo Emmanuel Ramos, aseguró que entre los cadetes de la escuela de oficiales hay mucho dolor. "Nuestros corazones están con las víctimas, pero nosotros tenemos una misión y estamos obligados a seguir adelante", aseguró.
Las autoridades agregaron que el sospechoso era miembro del personal en la escuela de candidatos a oficiales, y que las otras dos personas muertas eran soldados de la Marina de Guerra.
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