Rodeado con el poder que dan 17 Grammys, cuatro décadas de éxitos y un virtuosismo en el piano del jazz que lo pone en el salón de las súper estrellas del género, Chick Corea romperá hoy la tranquilidad de la noche en Medellín.
No es nada nuevo para él enfrentarse a un público en vivo y ansioso. Desde los cuatro años (por allá en el remoto 1945) Corea asombra al mundo con una capacidad interpretativa reservada para los que están destinados a dedicarle su existencia a los sonidos y los ritmos, sin importar lo diversos que estos sean.
La música es una, parecería ser su pensamiento.
Del jazz fusión al rock and roll y a las músicas suramericanas, del alma de Massachusetts a la de Brasil, de los ruidos de Nueva York a los de Madrid, Chick Corea es un transgresor y un maestro en cada intervención.
Ha sido capaz de tocar con un saxofonista y clarinetista de la talla de Antohony Braxton y saltar a compartir escenario recientemente con un músico como Dave Grohl de los Foo Fighters para darle mayor cuerpo a canciones de rock and roll puro.
No existen los marcos para este artista que, aún rodeando los 70 años la mayoría de ellos al lado de un instrumento, le aseguró a EL COLOMBIANO que está ansioso por descubrir la fuerza musical que tiene Medellín.
"Tengo muchas expectativas después de mucho tiempo que no venía. Solamente he estado una vez y estoy ansioso por ver la respuesta de la gente a mi música acá", contó un músico calmado y respetuoso a pesar de su trayectoria.
Y aunque conoce de sobra lo que significa tocar en un bar para pocas personas que escuchan el lenguaje de las teclas, reconoce que en los latinos hay un ambiente distinto, más festivo y que interpreta la música de una forma diferente.
"El público latino es abierto y alegre a la música. Son públicos distintos aunque ambos disfrutan a su manera. Siempre los latinos encuentran formas de disfrutar".
Su amor a América Latina
Si bien es cierto que buena parte del reconocimiento de Corea viene de su interesante mezcla de lo clásico con el jazz, el músico logró para la década de los setenta un importante punto en su carrera tras la creación de la banda Return to Forever en la que dio cabida a influencias españolas y brasileñas.
Corea le contó a este diario que a través de la radio y la televisión pudo conocer músicos latinoamericanos que hacían una música increíble y que fue allí cuando tuvo interés en experimentar con nuevos ritmos.
"El resultado es muy bueno. Hay mucho talento en este lado del continente", remata.
La cercanía con un universo musical tan basto como el brasileño revolucionó la forma en la que Corea se acercaba a la música y aún hoy reconoce en este periodo algunos de sus más grandes trabajos.
"Cuando comencé a escuchar música latina me di cuenta de que un artista brasileño como Lenine tocaba mi música y sonaba muy bien, así comencé a interesarme. Return to Forever fue una experiencia gratificante".
Otros dos gigantes
Al lado de Chick Corea, subirán hoy al escenario otros dos virtuosos del jazz rock.
Eddie Gómez, contrabajista nacido en Puerto Rico (galardonado también varias veces con premios Grammy) y el baterista mexicano Antonio Sánchez, formado en las escuelas estadounidenses del jazz más profundo.
El respeto entre los tres músicos en el interior de la banda y en el escenario es inmenso y Corea reconoce que existe un complemento ideal en la formación típica de jazz.
"Creo que Eddie y Antonio son dos músicos grandiosos -dice Corea- y que se complementan perfecto. Su música me mantiene en crecimiento. La música es mi vida, es lo que hago y tocar con gente importante hace que la disfrute más, es un constante intercambio de experiencias".
Pico y Placa Medellín
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