Ser atropellado por una bicicleta pareciera un hecho insólito. Sin embargo, algunos lectores han sentido que, a medida que aumenta el uso de este medio de transporte, también aumentan las posibilidades de tener un accidente por la imprudencia.
El año pasado un adulto mayor falleció luego de que un joven bajara en su bicicleta por una loma. Aunque para muchos fue un caso aislado, éste fue el reflejo de un problema de cultura vial que se repite en otras vías de la ciudad.
¿Qué tan imprudentes son los ciclistas en Medellín? Les preguntamos a nuestros lectores. Algunos de ellos, usuarios de este medio de transporte.
Esneider Balvín manifestó que "en Medellín no hay vías exclusivas y seguras para los ciclistas" y pidió que no se estigmatice a la bici, cuando la imprudencia viene de todos.
El debate, en el que algunos se justificaron y otros hablaron de lo difícil que es compartir la vía, terminó con un llamado a la construcción de vías exclusivas, pero también a la educación vial.
Aunque Medellín ya cuenta con 600 metros de carriles exclusivos a nivel de calzada, 30 kms. de ciclorruta y hay compromiso administrativo en la ampliación de sistemas como Encila y señalización vial, el problema apunta siempre a la educación en la vía.
Como afirma el subsecretario de Control de Tránsito de Medellín, Carlos Marín, "todos los actores de la vía están en la obligación de cumplir las normas y de tránsito. Eso incluye a peatones y ciclistas".
Según Carlos Florez, usuario de la bicicleta y conocedor del tema, "nadie nos enseña a montar bien en bicicleta, sus normas y precauciones. Debería existir la posibilidad de acceder a una formación en este tema antes de salir a la calle. Eso solucionaría parte del problema educativo" .
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