De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre las funciones de un sistema de salud están la provisión de servicios, la generación de recursos, la financiación y la gestión del sistema. El debate a nivel mundial, incluidas potencias como Estados Unidos y China, se ha centrado en el logro de la cobertura universal de servicios de salud de la población y en los mecanismos financieros para conseguirla.
Según sus datos, el gasto mundial en salud es más o menos de 5,3 billones de dólares al año. Las recientes reformas del financiamiento en salud en Estados Unidos buscan ampliar la cobertura para 32 millones de no asegurados en 2019. Bajo el nuevo esquema los aseguradores privados ya no podrán rechazar a los solicitantes y las familias de bajos ingresos estarían subvencionadas.
Muchos países de ingresos bajos y medios como Chile, Brasil, Costa Rica, Cuba, Sri Lanka, Tailandia y Colombia, también han realizado progresos importantes al desarrollar sus sistemas de financiación buscando una mayor cobertura. Por ejemplo, Colombia pasó de una cobertura de 20 por ciento en 1992, al 56 por ciento en 2000 y al 91 por ciento en 2009. No obstante, es importante anotar que la cobertura no implica el acceso a los servicios.
El gasto sanitario a nivel mundial sigue siendo relativamente alto. Estados Unidos y Noruega gastan más de 7.000 dólares por habitante al año; Suiza más de 6.000 dólares. Los países de la Ocde, en conjunto, gastan una media 3.600 dólares.
Por su parte, en el otro extremo de la escala de ingresos, algunos países presentan dificultades para garantizar el acceso incluso a los servicios más básicos, 31 países de los Estados Miembros de la OMS gastan menos de 35 dólares por persona al año y cuatro de ellos gastan menos de 10 dólares.
Para Colombia el gasto en salud (público y privado) pasó entre 1999 y 2009 de alrededor de 14 billones a 32 billones de pesos, según datos de la OMS. Sin embargo, para el último año solo alcanza el 6.4 por ciento del PIB, cifra que no es muy diferente a la de 1993 (6 por ciento). En el cuadro se puede observar el gasto en salud como porcentaje del PIB.
Si bien no existe un cálculo de cuánto debería ser la inversión en salud que realice un país, visto como porcentaje del PIB, el gasto que realiza Colombia no es despreciable, y dado que, como en el resto del mundo, estamos en un creciente proceso de discusión y reformas es momento de determinar si lo que se necesita son más recursos o una estrategia de manejo eficiente de los recursos existentes, o ambas cosas.
Quizá sea el momento de analizar con más atención lo que las reformas en el mundo nos están enseñando.
* Docentes de Economía de la Universidad del Norte y de la Universidad Eafit.
Nota del Editor: este tema es el preámbulo del Especial Temático 'Competitividad, un compromiso de todos' que, sobre la salud, circula el próximo 31 de agosto.
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