Por voluntad propia y dueños de su propio destino. Así se enrolan los inmigrantes colombianos en el ejército español. Las fuerzas armadas del país ibérico aceptan hasta el 10 por ciento de militares extranjeros y actualmente cuentan con un 7 por ciento en sus filas, la mayoría de ellos son colombianos.
Casi 3.000 nacionales prestan servicio en España, pero ¿cuáles son las razones para hacer parte de una fuerza involucrada en la guerra de Afganistán y que puede llevarlos a la muerte como ocurrió hace poco con el soldado tolimense John Felipe Romero Meneses?
Colombianos valientes
El COLOMBIANO contactó a militares que hacen parte del ejército español y les consultó sobre su motivación para ingresar en sus filas.
Francisco Cano, que es oriundo de Cali y hace cinco años vive en España, de los cuales tres de ellos los ha dedicado al Ejército y ha estado dos veces en Afganistán, argumenta que estar en el Ejército le brindó la posibilidad de reunirse con su familia.
"Salí de Colombia por amenazas. Llegué sin un trabajo, lejos de mi esposa y mis dos hijos. Me recibió un amigo en su casa y lo único que yo quería era tener dinero para traer a mi familia. Vi un aviso en el periódico con los beneficios que ofrecía el Ejército y no lo pensé dos veces para ingresar".
Esos beneficios son aprender una profesión, tener un trabajo estable y todas las prestaciones sociales, lo que facilita el proceso migratorio del soldado y de su familia en aquel país.
Según Cano, en menos de un año pudo reunirse con su esposa e hijos, y a pesar de que vive cerca de la muerte no se arrepiente de la decisión que tomó.
"Las muertes de mis compañeros, no solo colombianos sino de distintas nacionalidades, hacen que uno piense mucho en la familia y en lo que van a sufrir si algún día muero, pero tengo confianza en Dios. Sólo me falta año y medio para ser profesional. Creo que hasta allá llega mi responsabilidad con el Ejército. Ellos no me obligan a continuar, pero quiero terminar mis estudios", comenta el militar.
La situación del manizalita Sebastián Cardona es similar. Arribó a Madrid en 2002. Según él, buscó trabajo en cientos de establecimientos pero fue imposible obtener algo estable. " Todos los empleos que conseguía eran temporales y mi familia se encontraba en una situación difícil, pues lo perdieron todo en el terremoto de Armenia y se trasladaron a Manizales. Necesitaban que les enviará dinero", explica.
Relata Cardona que había sido tentado en varias oportunidades a ir al Ejército, pero "siempre fui muy miedoso y no me atrevía, pero al final la necesidad me hizo buscar esta alternativa y acá estoy".
El militar dice que la situación de su familia ha mejorado ostensiblemente con el dinero que él le puede hacer llegar.
Una decisión personal
Fuentes del Ministerio de Defensa español consultadas por este diario aseguraron que no poseen ningún acuerdo con el Gobierno colombiano para el envío de tropas a sus filas, y que es una decisión personal de cada militar integrar el Ejército de ese país.
Sobre los requisitos, mencionaron que se debe tener permiso de residencia temporal o tener el derecho reconocido por ley al acceso a las Fuerzas Armadas para extranjeros, ser Mayor de edad en la fecha de incorporación, no cumplir 27 años durante el año en curso y medir más de 1,55 m. y menos de 2,03 m.
Entre los compromisos que se adquieren está prestar el servicio por seis años, una vez cumplidos, si ha solicitado la nacionalidad española, tendrá la posibilidad de ampliarlo hasta un máximo de tres años. Cuando adquiera la nacionalidad en este país podrá firmar el compromiso de larga duración.
Javier García Fernández, director general de Reclutamiento en ese país, le aseguró a EL COLOMBIANO que además los soldados tienen la posibilidad de elegir entre la mayoría de los destinos y plazas disponibles.
Al respecto del porqué hay tantos colombianos en zonas de riesgo, manifestó que "los jóvenes inmigrantes saben que son plazas más arriesgadas, pero mejor pagadas. Con el dinero que ahorran pueden mejorar sus vidas".
Lo claro es que las cifras no mienten y más del 40 por ciento de los militares caídos en combate de las tropas españolas son extranjeros, héroes que han decidido dar sus vidas para que sus familias vivan en mejores condiciones.
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