El reclutamiento de jóvenes desmovilizados, por parte de grupos emergentes de otras regiones, fue prácticamente lo que dividió a los barrios de Villa Turbay y La Sierra hace poco más de un año.
En esa época fueron llegando personas de Urabá, de Doradal, de otros lugares de Antioquia, ofreciendo hasta un millón y medio de pesos para llevarse la gente al monte. Muchos aceptaron, otros no quisieron y ahí comenzó nuevamente el conflicto armado en la comuna 8 de Medellín.
Las balaceras cobraron por lo menos doce vidas, hasta que la misma sociedad civil buscó la mediación de la Iglesia y la Policía Comunitaria para acercar a los combos de Yeison Velásquez, conocido como "El Rolo", y de Edwin Tapias, también desmovilizado que había iniciado el proceso de reintegración a la vida civil y que incluso había sido beneficiado con una beca universitaria otorgada por la empresa privada.
Hace dos meses, los muchachos decidieron volver a hacer las paces y no someter a sus vecinos a una nueva época de terror.
"Ahora lo que le solicitamos al Gobierno, a la Administración Municipal, es que no nos deje solos en este proceso. El barrio se había desbaratado nuevamente y había miedo, no podíamos caminar por el barrio con tranquilidad, los niños ya no estaban asistiendo a la escuela. Estábamos muy perjudicados, pero gracias a Dios se pactó la paz", explica Diomer Durango, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Villa Turbay.
Él es repetitivo al advertir que puede haber mucha inversión social, pero que lo primordial es el acompañamiento continuo a los jóvenes que han hecho parte del conflicto.
"Sin embargo, tenemos necesidades con los accesos peatonales, la movilidad, el tratamiento de las aguas residuales, tenemos muchos problemas de vivienda...", agregó Durango.
Giovanny Jiménez Quintero, desmovilizado del bloque Héroes de Granada, dice que ahora que llevan dos meses "relajados" no ve la hora de ponerse a estudiar mecánica automotriz.
"Es cierto que aquí ya hemos empezado muchos procesos, pero queremos que éste sea en serio, que no nos ilusionen con oportunidades. Cero broncas, cero guerra. Necesitamos es que nos ayuden a capacitarnos y aprender a trabajar. Con decirle que yo era uno de los mejores estudiantes", cuenta.
Mañana está prevista una reunión con funcionarios de la Alcaldía para comenzar a definir las estrategias de estudio y capacitación de estos jóvenes que pactaron la paz.
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