Piero Gatti. Arquitecto de Turín, Italia. En compañía de Cesare Paolini y Franco Teodoro, al terminar su carrera de arquitectos constituyeron en 1965 una oficina de diseño.
Siguiendo la tendencia de la época por la exploración del antidiseño y para plasmar la imagen no conformista de su generación hippie, buscaban una poltrona que no pareciese poltrona y tuviese un toque de locura.
Empezaron a ensayar con los materiales plásticos que apenas nacían. Una bolsa de PVC la llenaron de líquido y se sentaron buscando que adoptara la forma del cuerpo, con buenos resultados ergonómicos pero con el problema del peso.
Ensayando encontraron que las bolitas de poliestireno lograban el mismo efecto que el líquido aprisionado en una talega y no tenía que ser totalmente impermeable. Así nació el Sacco (en la foto), en inglés bean bag, bolsa de granos.
Ligero, moderno e informal, una de las más importantes expresiones de la creatividad italiana.
Inicialmente, tenía un pequeño talego arriba para sostener la cabeza pero desapareció muy pronto.
Con esta idea de los jóvenes que apenas llegaban a los 30 años llevaron a Zanota, fabricante de los diseñadores más importantes de Italia, su silla antisilla que inmediatamente, tuvo un éxito rotundo. Fue nominada al premio Compaso D'oro en 1970 y ganó el concurso Bio 5 en Lubiana-Eslovenia, en 1973.
En el 2008, para celebrar los 40 años del Sacco, Zanota lanzó una edición limitada en materiales de alta costura: "Sueños de oro", en terciopelo con visos de plateados y dorados.
Desde 1972 entró en la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York y hoy 26 museos la han añadido a su colección permanente de arte contemporáneo aplicado.
Es muy cómoda para echarse en ella (¿sentarse?), pero muy difícil pararse para los no tan jóvenes.
Oskada: oskada@arquimuebles.com
Arquitecto y diseñador industrial con máster en diseño y tecnología del mueble en Inglaterra.
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