Entre las molestias de la comunidad, que recuerdan lo padecido antes por los habitantes de Belén y de Manrique, avanzan las obras de metroplús en Envigado con un pequeño retraso.
La inconformidad está respaldada en el bajón en las ventas para los comerciantes que ya no les alcanza para sostener los gastos fijos y, además, ya no tienen sitios de parqueo.
"A veces pareciera que no les importara, es como el que mira y no ve. Deberían ser más conscientes de nuestro esfuerzo", señala el administrador de Global Motors, Carlos Andrés Forero Gaviria.
Cerca del suyo, en una esquina del barrio Primavera, se observan dos negocios que tuvieron que cerrar: un taller de motos y un restaurante.
Más hacia el sur, en todo el límite con Sabaneta, donde comienzan las obras del Tramo 1, se aprecia más actividad. Quienes hace días no pasan por el sector, la 43A con la 50Sur, se sorprenderán al ver que el talud que estaba pegado a la vía, ya desapareció en buena parte porque se tuvo que hacer un corte nuevo por la ampliación requerida.
Según Mario Erazo, ingeniero de la firma OCA Construcciones, ha sido "la más dura del proyecto", y se cumplió entre los meses de diciembre y febrero pasados con un "corte al medio".
Y tal vez le da la razón la directora de Infraestructura de Metroplús, María Cecilia Báez, cuando sostiene que en el sitio "se movieron más de 11.000 metros cúbicos de tierra".
Ahora se está anclando el talud, para lo cual se hicieron las perforaciones para el "apuntillamiento", es decir, amarrarlo con varillas. Se trata de anclajes cortos, que se complementan con la postura de grama en la cara del talud.
Pero el invierno, recalcó el ingeniero Erazo, ha afectado las tareas porque bajan los rendimientos, como quiera que tras las lluvias hay que bombear y evacuar el agua de los sitios que se inundan. "Los materiales que se han extendido se humedecen y saturan y no se dejan compactar", observó.
El tramo en construcción, que va de la 50Sur hasta la 39Sur (Parque del Inder), tiene 1,8 kilómetros de longitud, y es el primero de tres, que se extienden por la avenida El Poblado hasta La Frontera.
Plan para el desatraso
De la valoración que hace la funcionaria de Metroplús, "el cronograma va un poco atrasado, lo estimamos en un 5 por ciento".
Aunque reconoció que se pasó por un mes complicado, en el que "no paró de llover", dijo que el retraso preocupa a la empresa. Por ello se requirió al contratista para que diseñe un plan de contingencia que le permita recuperarse en los próximos meses. "Ya lo ha hecho en algo", afirmó.
Para la ingeniera Báez, la única forma de asegurar la recuperación es con cierres parciales del tráfico vehicular por la 43A, que hasta ahora no se ha tocado para evitar más molestias a los usuarios.
Hay sitios -añadió- en los que "es imposible no cerrar", porque el espacio actual no da para hacer las obras, y por eso se tendrá que ampliar el plan de manejo de tránsito con desvíos por vías paralelas o dejar la 43A a un solo carril con los tacos que eso supone.
Con los predios no hay mayores inconvenientes, porque se han adquirido 66 y sólo quedan tres en proceso de negociación.
Por ahora, los avances de este tramo se evidencian en la instalación de redes hidrosanitarias, en muros de contención para corregir los desniveles de la vía y en la estructura de pavimento que en la mayoría de frentes está a nivel de subase.
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