La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, inauguró este lunes el estadio Arena Pernambuco, en la ciudad de Recife, el último recinto que faltaba que abriera sus puertas de cara a la Copa Confederaciones de fútbol que se disputará en junio en seis ciudades del país.
Junto al ministro de Deportes, Aldo Rebelo, y el gobernador de Pernambuco, Eduardo Campos, la mandataria anotó un gol en un arco para dar por inaugurado el recinto, que tiene una capacidad de 46.000 espectadores.
"Con esto (la inauguración), terminó el primer ciclo de estadios para la Copa del Mundo", dijo Rousseff.
El Arena Pernambuco, que tuvo un costo de 532 millones de dólares, albergará cinco partidos de la Copa del Mundo del 2014 y tres de la Copa Confederaciones de este año: España-Uruguay el 16 de junio, Italia-Japón el 19 de junio y Uruguay-Tahiti el 23 de junio.
Tras la inauguración del Arena Pernambuco ya están en condiciones de ser usados los seis estadios que recibirán la Copa Confederaciones después de una serie de retrasos y las quejas de la Fifa.
Las otras ciudades sedes del evento son Río de Janeiro, Salvador de Bahía, Fortaleza, Brasilia y Belo Horizonte.