Cuando el mundialista antioqueño Carlos Mario Hoyos escucha hablar del fútbol de Croacia, lo relaciona con un estilo definido: pelota a ras de piso, juego vertical y jugadores técnicos y efectivos.
En sus 22 años de independencia este país, que hasta 1991 hacía parte de la antigua Yugoslavia, suma cuatro participaciones en la Copa Mundo (con la actual) y en una de ellas logró lo que muchos sueñan y varios grandes no han alcanzado: llegar a una de las rondas definitivas y ser tercero.
Francia-98 significó su estreno y la consagración, porque el onceno balcánico brilló en el torneo galo gracias a Davor Suker (máximo goleador de esa Copa Mundo con 6 tantos), Zvonimir Boban, Robert Prosinecki y Dario Simic.
"En los mundiales, Croacia siempre se ha caracterizado por dejar una agradable sensación y darle guerra a los grandes. En Brasil seguramente mantendrá ese nivel alto que la ha caracterizado".
Esa esperanza que tiene el Flaco Hoyos se apoya en el 3-0 que le metió el onceno europeo en Francia-98 a la poderosa Alemania, en los cuartos de final de la mano de Suker, y en la buena eliminatoria europea que lo tiene listo para abrir el Mundial con el anfitrión Brasil el próximo 12 de junio en Sao Paulo.
Croacia fue el segundo del Grupo A con 9 puntos y por ello accedió a la repesca, en la cual obtuvo el tiquete luego de empatar 0-0 y vencer 2-0 a Islandia.
Para ese logro fue necesaria la presencia de dos técnicos: Igor Stimac, en la primera ronda, y Niko Kova, quien estuvo en la parte determinante y será el responsable del equipo en tierras brasileñas, donde llegará con la intención de hacerle daño a Brasil, México y Camerún.
Sobre las expectativas en tierras americanas, Kova, quien nació en Alemania y tiene de asistente de campo a su hermano Robert, le confesó al portal Fifa.com que "si logramos jugar con la intensidad necesaria y, al mismo tiempo, conseguimos mantener la cabeza fría en determinadas situaciones, estaremos hablando de un conjunto muy bien equilibrado" en el Mundial.
El joven entrenador, de 42 años de edad, piensa apoyarse en lo que hizo el equipo en 1998 y en el gran momento del actual elenco para "dejar una huella imborrable con nuestra propuesta" a partir del 12 de junio.
Para ello cuenta con un conjunto internacional, ya que la base actúa en las ligas europeas, caso de la Premier de Inglaterra, la Bundesliga de Alemania y España. En la búsqueda de ese objetivo serán fundamentales el capitán Darijo Srna y Mario Mandzukic, Niko Kranjcar, Ivica Olic y Luka Modrik.
Las intenciones de Croacia son tan serias que Modric, jugador del Real Madrid, recomendó en Fifa.com no "subestimar" a su país, porque llegará al partido inaugural con la idea de demostrarles a los detractores que están confundidos, ya que su selección "siempre juega bien en competiciones grandes". A eso le apostarán en su cuarto Mundial para tratar de mejorar el tercer puesto logrado hace 16 años
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