Con estirar cueros, Óscar Restrepo Gómez, encontró su futuro. Hace un mes este hombre, que lleva 17 de sus 39 años frente a las pieles de ganado que convierte en bolsos, zapatos y correas, pasó, por primera vez, a tratar el cuero desde sus primeras etapas de producción.
Lo hizo en la nueva planta de procesamiento de pieles que presentó ayer, de forma oficial, la compañía Cueros Vélez. Allí, junto a otros 39 trabajadores, Restrepo ahora está en la labor de recibir el cuero semicurtido, emparejar su calibre entre uno y tres milímetros, darle color y textura, estirarlo con una máquina especial y hasta secarlo en un solo día cuando en las curtidurías se debe esperar entre 72 y 86 horas cómo mínimo para este proceso.
"Antes esto dependía de terceros. Nosotros recibíamos el cuero en una etapa posterior para empezar el proceso y ahora lo tratamos desde el principio", explicó.
Precisamente, en esta nueva planta de producción de Cueros Vélez, que tuvo una inversión de un millón de dólares y que se empezó a tejer hace cinco años, la compañía antioqueña espera reducir los costos que le implicaba comprar el cuero tratado y producir mejores artículos a partir del tratamiento inicial de la materia prima.
Germán Peralta Muñoz, gerente General, explicó que el objetivo es generar toda la cadena productiva del cuero para lograr hacer cualquier tipo de tratamiento al material que se necesite para un diseño especial o un producto específico.
"Las necesidades del mercado nos llevaron a construir nuestra propia planta para el procesamiento de cueros".
La nueva planta, según el directivo, convierte a Cueros Vélez en la primera compañía del país en la cadena de manufactura en cuero en tener desde el proceso y elaboración de los insumos hasta la comercialización del producto terminado en sus propios puntos de venta.
"Los estudios de mercado señalan que el diseño y la durabilidad de los productos son las primeras variables de asociación de la marca que tiene nuestro consumidor. Y esta nueva planta garantiza que se siga por ese camino" , agregó Peralta.
Con esta planta, espera aumentar su participación en el mercado nacional, donde domina en el segmento de bolsos y proyecta exportaciones a Perú, Ecuador y Bolivia. Actualmente, tiene 115 almacenes en el país y otros 15 repartidos así: 4 en Costa Rica, otros 4 en Panamá y 7 en Venezuela.
"Hasta el momento no hemos tenido mayores dificultades en el vecino país pese a la crisis", indicó.
La compañía facturó el año pasado 102 mil millones de pesos y vendió un millón 300 mil unidades de sus líneas de bolsos, zapatos, cinturones y marroquinería. Espera cerrar este año con 120 mil millones de pesos en ventas y se prepara para celebrar las bodas de plata, en 2011. En la nueva planta, espera producir unos 4 millones de decímetros cuadrados de cuero donde manos como las de Restrepo y otros 1.500 empleados más buscarán consolidar las estrategias de negocio.
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