Es como el dicho de Mahoma y la montaña. Si el público no va al museo o a la biblioteca, el museo o la biblioteca van hasta donde el público. Aunque va más allá de ir. La cultura itinerante es un proyecto que cambia de nombre.
En el Museo de Antioquia lo llaman Museo y territorios, "porque es más que colgar cuadritos en la pared", dice Carlos Edwin Rendón, el director del programa. Ha cambiado varias veces de concepto desde que se empezó a hacer seis años atrás, cuando solo era una exposición itinerante.
Les interesa bajarle al discurso hegemónico y al preconcepto de lo que piensa la gente del arte y la cultura, que creen que es de los más ilustrados y los más sollados. Lo que llevan con ese museo que viaja es una maleta vacía, para llenarla con la comunidad, con sus ideas, sus necesidades. No es ir a enseñar, es ir a aprender, de lado y lado.
"Nos desplazamos hacia el territorio y con ellos hacemos cuestionamientos con respecto a eso de la cultura". Hablan de la memoria, las identidades, el patrimonio. El arte y la cultura son un medio más para llegar a las comunidades. La gente no necesita exposiciones —precisa Carlos Edwin— aunque haya una de arte del renacimiento espectacular. Necesita reconocerse. Es más cercana una muestra donde se miren y participen.
"Más que llevar una exposición itinerante es irles a entregar unas herramientas y decirles que con lo que ellos tienen pueden hacer un museo, un evento cultural. Ahí es donde queremos apuntar". Museo y territorios ya ha llegado a 196 municipios. También van a barrios.
Experimentos ambulantes
La ciencia viaja en camión. El Explora móvil llegó antes que las cajas rojas del Parque Explora, como un abrebocas, comenta Germán Arango, coordinador de la Escuela Explora, de lo que sería el parque. El primero, el tradicional, tiene más de diez años.
"Uno de los principios fundamentales es la construcción de ciudadanía, que tiene que ver con que formemos públicos y crear herramientas para resolver problemas de manera argumentada. No nos podemos quedar solo con un edificio, sino tener propuestas que permeen la ciudad".
La formación de públicos es uno de los argumentos en los que coinciden muchas instituciones para itinerar con proyectos, pero sin dejar de ser un servicio a la comunidad. Muchos públicos no tienen el dinero ni la manera de ir a un lugar, entonces, esta es su oportunidad.
Explora ya tiene dos carros, el segundo con el nombre de la sala Mente, y ambos vienen y van con experiencias interactivas y actividades experimentales.
No solo viaja el arte, también los libros, incluso sin ocupar mucho espacio. En la Casa de la Lectura Infantil de Comfenalco tienen las maletas viajeras, que surgieron, cuenta Lina Pulgarín, coordinadora plan departamental de lectura y bibliotecas, por la necesidad de llevar materiales, especialmente donde no tienen posibilidad de acceder a una biblioteca.
Los libros viajan en un morral tipo camping, que se puede colgar y se convierte en una pequeña biblioteca colgante, que tiene, mínimo, 50 materiales de lectura.
La cultura, entonces, no se queda encerrada. Esta es una manera de ir antojando, diciendo, enseñando, aprendiendo. Es ir dando besos que enamoran.
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