Las comunicaciones interceptadas por la DEA (Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas de los Estados Unidos) permitieron la captura de 11 personas relacionadas con una red narcotraficante, que enviaba droga desde los departamentos de Cauca y Nariño hasta Cúcuta para luego tomar rumbo a Venezuela y el exterior.
Personal de la Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional realizó varias de las capturas en la capital de Norte de Santander, luego de la investigación que inició la DEA el 26 de agosto de 2011 cuando detectó los movimientos de dicha organización y varios números de contactos implicados en el negocio.
Según se conoció, la red traficaba con heroína, entre otras drogas, y utilizaba ‘mulas’, que se fajaban a su cuerpo la droga para sacarla del país.
Luego de meses de interceptaciones y seguimientos a personas, fueron emitidas las órdenes de captura de 10 hombres y una mujer por los delitos de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes y concierto para delinquir, con circunstancias de agravación.
En el Juzgado Primero Penal Municipal con funciones de control de garantías ambulante de Cúcuta fue realizada la audiencia de legalización de las capturas, de los allanamientos y de la imputación de cargos.
Los procesados fueron identificados como: Xiomara de la Cruz Villamizar, Ángel Odilso Santana Quintero, Noel Torrado Guerrero, Miguel Antonio Morales, Carlos Julio Rodríguez, José Gregorio Ochoa, José Gabriel Barco Mora, José Antonio Sandoval Galvis (venezolano), Eduar Antonio Guillén Salazar, Bernardo Ramírez (de 62 años), y José Gregorio Hernández.
Durante la diligencia, que se postergó por dos días, la Fiscalía quinta especializada reveló parte de las comunicaciones en la que los aprehendidos hablaban entre sí y utilizaban un lenguaje “disfrazado” para mover el negocio de la droga e incluso “manejaban acuerdos de dinero para supuestamente pagarle a las autoridades…, además, hablaban de borrar comunicaciones y ocultarlas…”, señaló el ente acusador.
Tanto el delegado de la Procuraduría como de la Fiscalía fueron enfáticos en afirmar sobre los daños de la droga a la juventud, la sociedad y la salud pública, lo que hacía que los imputados incurrieran en un delito transnacional.
“No son ustedes grandes capos, pero están en el narcotráfico… Son depredadores de la salud pública y una organización delincuencial dedicada al tráfico de sustancias estupefacientes”, enfatizó el ente acusador.
Por petición y argumentación de la Fiscalía, todos recibieron medida de aseguramiento y fueron enviados a la cárcel, mientras avanza el proceso en su contra.
La petición de la defensa de Xiomara de la Cruz para concederle casa por cárcel, argumentando que estaba recién operada y que tiene un hijo menor de edad (además de que su esposo también fue detenido), no fue tenida en cuenta por el Juzgado. Tampoco la solicitud de la defensa de Bernardo Ramírez, señalando avanzada edad, enfermedad e ingenuidad en los hechos.