Si hoy le preguntan a un joven cuál es su programa de televisión favorito, es muy probable que nombre alguna de las series estadounidenses que tratan sobre matar zombis, romances entre vampiros o la historia épica de un rey dictador de un imperio lejano.
Pero, ¿por qué estas producciones cada vez cautivan más seguidores?
Puede que no tengamos la respuesta exacta, pero Dave Blass, diseñador de producción nominado en dos ocasiones al premio Emmy, nos puede dar una luz de cuál puede ser: "Cuando uno asume el reto de realizar una serie, pongamos el caso de una de ciencia ficción sobre ángeles y demonios, hay que pensar en dos grupos de personas: aquellos que son fieles a este tipo de historias y los que no.
Paso seguido es preguntarse qué se debe hacer para que los que no creen en ángeles vean la serie y se convenzan de ello, y cómo hacer para no defraudar las expectativas de aquellos que lo están esperando".
A partir de estas preguntas, según Blass empiezan a jugar todo tipo de elementos como los lugares en los que se desenvuelve el personaje, qué objetos tienen estos espacios y cuáles son las acciones que se van a desarrollar allí.
"Antes de construir cualquier set, se debe dejar entrar al director para que haga un viaje virtual a él, y se convenza de que su personaje se podrá desenvolver allí. Luego de esto se procede a armar cada una de las locaciones que se necesitan y a transformarlas para cada escena", explica.
Continuidad
Listos los sets, hay que hacerlos funcionar y el secreto es la continuidad. "Los detalles son los que hacen la diferencia a la hora de lograr un resultado. Por ejemplo, cuando se adapta un cómic a una serie, tienes que llevar a la tercera dimensión todo lo que está dibujado. Cada libro, cada vela, cada mueble y cada efecto especial hay que pensarlo, dibujarlo, crearlo y usarlo de la mejor forma, siguiendo con rigurosidad dónde empieza y dónde termina, para crearle una realidad al espectador", afirma Blass.
No solo la utilería hace parte de esta continuidad, el maquillaje juega un papel fundamental para complementar la acción. David Dupuis, especialista y encargado del maquillaje para efectos especiales de la serie Constantine, comenta cuál es el objetivo a la hora de transformar a un actor.
"Tenemos casi nueve días para crear criaturas que sean reales y que ante cámara asusten a la gente. Los escritores piensan un personaje, pero es tarea de nosotros traerlo a la realidad. Si es un ángel, se hacen sus alas de dos metros de largo; si es un demonio hay que hacerle sus cachos, todo tiene que ser real y más cuando hay un público que ya no se asusta con facilidad".
La producción de los sets y el maquillaje son los que crean toda la fantasía que dan vida los actores. Además, debido a su grabación fragmentada o en desorden a como uno la ve, las series deben tener un hilo conductor que solo se logra si cada uno de los detalles están donde deben estar y de la forma que quedaron la última vez que se usaron.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6