A la espera de algunos acuerdos que les permitan regresar a sus terruños, 2.500 campesinos de los corregimientos de Santa Rita (Ituango), de Valdivia, y de los corregimientos El Guaimaro y La Caucana (Tarazá), siguen albergados en el coliseo de este municipio.
Líderes de la protesta sostienen que se mantendrán en el casco urbano hasta que las peticiones que plantearon hace ocho días, cuando inicio la movilización de campesinos, sea escuchada por los gobiernos departamental y nacional, a la vez que solicitaron la presencia del gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos Botero.
"El problema son las fumigaciones que contaminan el medio ambiente, acaban con nuestros cultivos y con nuestras tierras y potreros. No nos oponemos a la erradicación manual de la coca, pero queremos garantías para sustituir los cultivos ilícitos", expresó uno de los líderes.
Al inicio del desplazamiento, el secretario de Gobierno de Antioquia, Andrés Julián Rendón, manifestó que los campesinos llegaron hasta Tarazá desplazados por los frentes 18 y 36 de las Farc, versión que los campesinos contradicen cuando aseguran que "vinimos porque queremos, sin presiones de nadie. Pedimos que no nos tilden de guerrilleros".
Sin embargo, fuentes de Inteligencia de la Policía que se encuentran en la zona aseguraron que tienen información de que "los campesinos en Santa Rita fueron visitados por los guerrilleros en sus fincas y los obligaron a salir a protestar bajo la amenaza de que si regresaban, perderían sus parcelas y lo que tenían en ellas".
Disturbios
Pese a la insistencia de que las protestas son pacíficas, algunos de los campesinos que se ubicaron en el sector El Doce, entre Puerto Valdivia y Tarazá, protagonizaron disturbios entre las 8:00 de la noche del viernes y las 4:00 de la madrugada de ayer.
En este sitio, un grupo de protestantes arrojó botellas llenas de gasolina contra la tanqueta de la Policía.
"La situación allá está muy dura. La gente está muy alterada por la muerte de un campesino y no dejan pasar a nadie", explicaron los agentes de Policía en los puestos de control.
Por esta razón, la troncal hacia la costa Atlántica estuvo cerrada como medida de prevención. El Ejército y la Policía establecieron retenes en Yarumal, Valdivia y Puerto Raudal, para evitar la quema de vehículos que utilizan esta vía.
El paso fue restablecido a las 5:30 de la mañana de ayer, pero a las 10:30 lugareños derribaron un árbol gigante en el sector conocido como El Nueve, el cual cayó sobre la troncal y tumbó un poste de luz, lo que dejó sin energía el sector.
Autoridades aseguraron que con este acto, "buscaban cerrar nuevamente la vía", pero escuadrones del Esmad y la Policía levantaron el tronco y el poste y habilitaron el paso por la carretera.
El alcalde de Tarazá, Yuán Andrés Restrepo, explicó que se lograron algunos acuerdos la reparación por los daños a los cultivos lícitos. "La Gobernación ya se comprometió a hacer unas visitas para hacer las verificaciones respectivas a eso".
Sin embargo, el mandatario local precisó que éstas se harían entre el lunes y miércoles, siempre y cuando se dé el retorno de los labriegos a sus lugares de origen.
2.500 campesinos de varios municipios del Bajo Cauca protestan desde 10 días en Tarazá.
400 labriegos se concentran en Valdivia, a la espera de los diálogos en Tarazá.
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