- Sindicalistas apelarán fallo por considerarlo que no se ajusta a la verdad.
- La compañía dijo que puso toda su confianza en la justicia de ese país.
- En juicio, en E.U., se probó que cargos contra la empresa eran falsos.
Washington-Medellín
Un jurado absolvió ayer a la compañía multinacional minera Drummond de su supuesta implicación en el homicidio de tres líderes sindicalistas por parte de grupos paramilitares en Colombia.
El caso de la compañía Drummond, que explota carbón en el norte del país, despertó un gran interés en la comunidad internacional porque era el primer juicio que se celebraba contra una compañía estadounidense por abusar de los derechos humanos en el exterior, según los expertos.
La acusación se basaba en una ley de 1789, conocida como Alien Tort Claims Act, cuyo propósito original era combatir a los piratas en alta mar, pero que ahora permite a ciudadanos extranjeros demandar a empresas transnacionales ante tribunales estadounidenses por violar el derecho internacional o un tratado de Estados Unidos.
En el juicio, que se celebró en la Corte del Distrito Norte de Alabama y duró unas dos semanas, la acusación alegó que Drummond, a través de su presidente en Colombia, Augusto Jiménez, había pagado a un grupo de paramilitares para que mataran a sindicalistas, aunque la empresa siempre lo negó.
La demanda fue interpuesta por Sintramienergética y los familiares de los trabajadores asesinados y contó con el apoyo de sindicatos y organizaciones estadounidenses como The United Steelworkers y The International Labor Rights Fund.
La acusación reclamó indemnizaciones millonarias para los familiares.
El caso se refiere al asesinato de los dirigentes sindicales Valmore Locarno (presidente), Víctor Hugo Orcasita (vicepresidente), y Gustavo Soler por un grupo de paramilitares.
Según el relato del sindicato, los hechos ocurrieron cuando un bus con unos 50 trabajadores salió de la mina de carbón de Drummond en el departamento de Cesar, cuando fue detenido por un grupo de hombres con fusiles, el 12 de marzo de 2001.
Los paramilitares sacaron a la fuerza a Locarno y Orcasita, mataron al primero con disparos en la cabeza y llevaron a su compañero con ellos para torturarlo y asesinarlo.
El tercer sindicalista, Gustavo Soler, que sustituyó a Locarno en la presidencia, fue asesinado el 6 de octubre de 2001, en el cruce de Chiriguaná, en Cesar.
Según la acusación, los dirigentes sindicales fueron asesinados porque se quejaron de las condiciones laborales en la mina de Drummond en La Loma.
"Apelaremos"
En diálogo con EL COLOMBIANO desde Estados Unidos, Raúl Sosa, presidente de Sintramienergética, aseguró que hoy se interpondrá una apelación ante la juez del caso porque "se perdió una batalla, pero no la guerra".
El dirigente sindical aseguró que existen pruebas suficientes para demostrar que la compañía sí tuvo que ver con el asesinato de sus compañeros y por eso insistirán en el proceso judicial.
Sosa añadió que Janeth, esposa de Valmore Locarno, estaba también en el juicio y estaba muy consternada por el fallo en contra.
"Todo el país sabe que la Drummond le pagó a los paramilitares y que se cometieron muchos asesinatos. Por eso, continuaremos en todo esto, porque estos tres crímenes no pueden quedar en la impunidad", recalcó.
Añadió que Sintramienergética y los familiares de los sindicalistas cuentan con el apoyo del sindicato del acero de Estados Unidos, organización que también lamentó la decisión.
Sosa agregó que si la juez del caso rechaza la apelación, se pondrá una nueva demanda contra la multinacional ya que, reiteró, el crimen de Locarno, Orcasita y Soler tiene un responsable que "todos sabemos que fue la misma compañía", apuntó.
Satisfacción de la Drummond
Complacida con la decisión de la justicia estadounidense se mostró ayer la Drummond.
En un comunicado, la empresa dijo que ?apreciamos el tiempo y la atención que sus diez integrantes, que votaron de manera unánime la absolución, han dado a este caso?.
Añadió que luego de cinco años, se demuestra que los cargos en contra de la compañía y del presidente de la Drummond, Augusto Jiménez, eran falsas.
?Los trágicos eventos en este caso son muy infortunados y han sido de gran preocupación para nosotros. Desde que iniciamos operaciones en Colombia, hemos seguido la política de no tener contacto ni de ofrecer apoyo alguno a grupos al margen de la ley, así como de mantenernos fuera del conflicto interno. Seguiremos aplicando esta política, al igual que apoyando las investigaciones que realizan las autoridades colombianas con el fin de que los responsables de las muertes de estos sindicalistas sean llevados ante la ley?, concluyó la Drummond.
Los hechos
1 Paramilitares los tenían identificados
Los hechos sucedieron el 12 de marzo de 2001, cuando un grupo paramilitar interceptó y asesinó a los sindicalistas Locarno Rodríguez y Orcasita Amaya, quienes viajaban en un bus acompañados por otros trabajadores en La Loma (Cesar).
2 Ninguna de las víctimas pudo defenderse
El grupo armado, luego de identificar a los dirigentes sindicales, disparó contra Locarno Rodríguez y se llevaron secuestrado a Orcasita Amaya, quien fue muerto después. Gustavo Soler, sacado de un bus en la misma región corrió la misma suerte.
3 Fiscalía señaló a grupo de Jorge 40
Como autores materiales del crimen de los sindicalistas la Fiscalía General de la Nación, hace pocos meses, señaló a miembros del grupo de autodefensas que dirigía Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, quien hoy hace parte del proceso de paz.
4 Jurado falló por unanimidad
El juicio contra la multinacional Drummond comenzó el pasado nueve de julio en Birminham, Alabama (E.U.), bajo una ley estadounidense que permite a los extranjeros demandar a empresas de E.U. por actos cometidos en el exterior. Jurado fue unánime.