Les soy sincero: eso de Marcha Patriótica me genera más dudas que cualquier otra cosa, y eso que me considero un seguidor de la democracia. Dicen ser un nuevo movimiento político, que reivindicará lo social y que luchará en contra del neoliberalismo y el imperialismo.
Pero tiene un aliento de gorila que huele a izquierda radical. Sí, a esa izquierda que aún se traga el cuento de la combinación de formas de lucha e insiste en una revolución anacrónica.
Que se está fraguando la plataforma política de las Farc, que están preparando en paralelo la manera de abonarles terreno a los desfasados cabecillas guerrilleros para un posible proceso de paz, que se están reeditando los primeros hervores de la Unión Patriótica (ojo, que esto nada tiene que ver con el repudiable exterminio que se cometió con sus integrantes), en fin.
Mucho se ha dicho, pero la pregunta de fondo es ¿qué se está cocinando?
Dicen que la idea detrás de Marcha Patriótica es crear un partido político que reivindique la lucha de las organizaciones sociales.
¿Se puede creer un propósito de estos? Probablemente no, más aún cuando los hilos que los unirían a las Farc tienen todo para que se noten, cual camisa mal cosida: páginas de internet que apoyan a los guerrilleros promocionan a este movimiento e incluso, según el Ejército, en el campamento del frente 29 de las Farc se encontró propaganda alusiva al movimiento.
Súmele a esto que uno de sus promotores, Piedad Córdoba , es, hoy por hoy, la persona más cercana a las Farc y por eso, es motivo del rechazo de millones de colombianos. Más preguntas: ¿de dónde salió el dinero para financiar la logística?
Fueron 1.200 buses que llegaron a Bogotá desde 26 departamentos del país. Supuestamente, las 1.700 sociales que hacen parte del movimiento recogieron dinero desde 2010 a punta de "vacas" y "natilleras". Perdón por ser tan desconfiado: es mucha la plata que se necesita para hacer lo que hicieron.
Nadie niega que las democracias necesitan que se creen asociaciones, nuevos partidos y movimientos políticos que permitan abrir mayores posibilidades a quienes menos tienen, a los desarraigados.
Les refresco la memoria: el país le dio oportunidad al M-19 y se ganó su espacio. Luego al Polo Democrático, lo mismo, se ganó su espacio. Incluso el Partido Comunista ha puesto sus cuotas políticas. De alguna manera, crearon cierto halo de confianza en la opinión pública a pesar de la polarización ridícula que hay en Colombia.
Si el trasfondo de Marcha Patriótica es pensar y actuar políticamente diferente, reivindicar la justicia social y ser opositor democrático, defendiendo al pueblo, pues bienvenidos.
Pero si el rollo detrás es ser una más de las combinaciones de lucha ya trasnochadas, que ¡respeten! No olviden que todo lo que sea cercano a la guerrilla tiene que ser rechazado por todos, en especial por los pobres, quienes los han padecido inclementemente.
La historia hoy pone a las Farc en un solo plano: rendición o diálogo en el que se comprometan, pidan perdón y paguen por sus viles crímenes. Ojalá que los líderes de Marcha Patriótica sean capaces de demostrar que están a la otra orilla de las Farc.
Sí, la otra orilla en la que tienen que estar todos, absolutamente todos los colombianos.
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