A simple vista son un grupo de seis jóvenes sentados en un mismo módulo de trabajo de la universidad Eafit, siempre con su atención puesta en las pantallas que muestran números, diseños de piezas mecánicas y bases de datos encabezadas por el rombo característico de Renault.
Pero, realmente son un cerebro único potente que hoy representa una de las más exitosas sinergias del país entre la academia y la industria automotriz.
Con su trabajo silencioso, aplicado y riguroso, este grupo de ingenieros han aportado ideas y desarrollos claves para que Sofasa se mantenga como una de las ensambladoras mejor calificada por la multinacional francesa y gane más innovación y competitividad en sus líneas de producción.
Mientras sus compañeros siguen trabajando en sus computadores antes de ir a la planta de Sofasa, en Envigado, Felipe Piedrahita Arroyave, coordinador del convenio entre Eafit y esta compañía, se separa del grupo para contar los resultados de una alianza estratégica que provee soluciones específicas a la empresa privada y, a su vez, abre fronteras de conocimiento a la universidad que aporta conocimiento, tecnología e investigación al servicio de la industria nacional.
Una alianza gana-gana
Sofasa revisó la experiencia de los países que son potencias en el mercado automotor y halló que tienen empresas prestadoras de servicios de ingeniería automotriz de alta complejidad que no existían en Colombia. Por eso buscó crear un centro de prestación de servicios especializados de ese nivel y fue como encontró en Eafit a su mejor aliado.
Este matrimonio, que ya ajusta dos años, tiene tres líneas de investigación para tratar los imperfectos de calidad por razones de diseño o materia prima de las piezas, buscar y desarrollar nuevas ideas para ganar economía en la fabricación de los carros, y trabajar para que cada vez se puedan hacer más en el país la producción de materias primas los ensayos certificados de las autopartes.
"Con estos desarrollos no solo gana Sofasa en costos, calidad y eficiencia, sino que Eafit obtiene más conocimiento y muchos aprendizajes y se amplía las posibilidades a los proveedores locales para que fabriquen con altos estándares piezas que antes se importaban", explica con sencillez Piedrahita, ingeniero de 32 años, con maestría en Mecánica Computacional y quien trabajó cuatro años con Renault en Francia.
Resultados evidentes
Eafit ha aportado a la reducción del 50 por ciento en los costos de la división de Ingeniería de Sofasa, al rediseñar piezas, optimizar funciones, y trabajar con proveedores locales para fabricar las que ahora se importan, o para hacer más económicas las que ya producen.
También se unifican referencias para que dos vehículos que usaban piezas similares, por ejemplo en la prestación mecánica, ahora usen la misma.
Por ejemplo, telas, espumas y ensambles empleadas en las sillas de vehículos son fabricadas por proveedores nacionales, pero hasta hace poco parte de la estructura interna debía ser importada de Europa. Ahora, parte de esa armadura se fabrica en el país.
Otro desarrollo conjunto entre ingenieros de Eafit y Sofasa, con la participación de la Universidad de Antioquia, es la fabricación del paso-rueda, pieza ubicada entre la llanta y la carrocería para protegerla, con un polipropileno (tipo de plástico) a partir del reciclaje de sobrantes industriales de este material, una solución más económica y ecológica.
"Para aumentar eso que llamamos integración local, también trabajamos para que los radiadores, que hoy son importados, los pueda desarrollar un proveedor local, cerca de la planta", añade Juan Camilo Vélez Martínez, gerente de Ingeniería de Producto, de Sofasa.
Además cuando se lanzó en 2008 el Renault Sandero, tenía el 35 por ciento de integración local, es decir, el 35 por ciento del vehículo integrado por partes nacionales. Para el cierre del año pasado ya alcanzaba el 41 por ciento y en algunas versiones de este vehículo, la integración para finales de 2011 será del 43 por ciento.
Otro resultado contundente: desde que comenzó el convenio, hace dos años, se redujeron a la mitad los incidentes de calidad relacionados con diseño y materias primas que los clientes reportan en vehículos ensamblados por Sofasa.
Pero este matrimonio feliz alimentado de innovación, voluntad y talento va más allá. Hasta hace tres años los ensayos y validaciones de las autopartes y materias primas colombianas se realizaban en laboratorios o proveedores internacionales. Hoy, 120 de esas pruebas, el 95 por ciento de las necesidades de validación para piezas locales, se hace en el país.
Con todos estos logros, los ingenieros Piedrahita y Martínez coinciden en afirmar que el convenio, vigente hasta enero próximo, ha sido muy satisfactorio y productivo. Y desde ya se trabaja en que esta alianza se postergue como una experiencia excepcional de intercambio de conocimiento, de integración y de aprendizaje mutuo, como en los mejores matrimonios.
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