El Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, dijo este jueves que las metas fiscales serán más exigentes de las trazadas previamente por su equipo económico, y explicó que empezará a realizar el ajuste con el anunciado recorte presupuestal de 1,5 billones de pesos para este año.
Uribe afirmó en una extensa conferencia con la prensa económica nacional y extranjera en la Casa de Nariño este jueves en la tarde, que "el Gobierno tiene toda la voluntad política para introducir austeridad".
El jefe de Estado informó que el déficit del Gobierno Central deberá estar por debajo de tres por ciento este año, mientras que la meta para 2009 será de 2,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). "Le he pedido al ministro de Hacienda que hagamos todo el esfuerzo posible por lograr estos nuevos objetivos, pese a las dificultades de seguridad que enfrenta el país", señaló.
La razón fundamental es la necesidad de provocar una mayor recuperación del dólar. De este modo, el Presidente salió al paso a los analistas quienes reclaman un recorte efectivo en los gastos de la Nación.
Lo que implica
Además, el primer mandatario indicó que no habrá reapertura de embajadas en países en los que Colombia no tiene representación diplomática, así como que el ajuste presupuestal comenzará por el programa presidencial Colombia Joven y la Alta Consejería para la Competitividad, cuyas dependencias desaparecen del actual esquema estatal.
En lo que respecta al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), el titular del Ejecutivo anunció que habrá una reestructuración administrativa, que no afectará programas sociales como los desayunos escolares.
El mandatario también manifestó que habrá supresión de vacantes y que las personas que sean despedidas de sus cargos en la administración pública, recibirán las correspondientes indemnizaciones y pasarán por el denominado "retén social". No obstante, no precisó la cantidad de despidos o de cargos eliminados.
Por otra parte, algunas aspiraciones de nivelación salarial fueron descartadas, tal es el caso de los funcionarios del Congreso de la República y de la Contraloría General, quienes estaban a la espera de unos ajustes adicionales en sus sueldos.
Uribe se mostró dispuesto a reunirse con estos funcionarios para explicarles la necesidad de hacer este esfuerzo de reducción del gasto, en el que también objetará un proyecto de ley que ajustó en un 50 por ciento las prestaciones de los diputados regionales.
Preocupaciones
La mayor preocupación del Gobierno es la revaluación, por el riesgo que representa para miles de empleos formales, aunque el Presidente no desconoce que la inflación también merece especial cuidado.
Durante dos horas, el mandatario justificó las recientes decisiones con las que el Gobierno enfrentará la inestabilidad cambiaria, los recortes en los presupuestos de 2008 y 2009, además de los subsidios ofrecidos a los exportadores afectados por el dólar barato y la política de reducir la deuda pública.
Para Uribe Vélez, otro aspecto con el que hay que tener cuidado son las tarifas de los servicios públicos y señaló que las empresas no deben trazar sus planes de negocios sobre expectativas de inflación. "Tenemos que empezar a derrotar cualquier germen de expectativa de alta inflación", afirmó.
El Gobierno ha delegado en el viceministro de Hacienda, Juan Pablo Zarate, y en el subdirector de Planeación, Andrés Escobar, la tarea de conformar una secretaría técnica que le haga seguimiento al plan de recorte de gasto que se adelanta. Por su parte, la directora de Presupuesto, Carolina Soto, será la responsable de definir los rubros específicos a recortar.
Por su parte, el presidente de la Andi, Luis Carlos Villegas, aplaudió el recorte en el gasto público y dijo que es un acto de responsabilidad que contribuye a controlar la revaluación.
"Me parece muy positivo, creo que ese es un acto de responsabilidad del Gobierno que ayuda a la política monetaria del Banco de la República. Considero que ese recorte, más el anunciado para 2009, es un muy buen paquete fiscal para ayudar a la estabilidad cambiaria con una tasa de cambio competitiva y que el Emisor pueda empezar a pensar en serio en bajar sus tasas de interés", dijo el dirigente.