Un colombiano que en la actualidad tenga más de 30 años seguramente recordará cómo se apagaba el país, de noche o en la madrugada, por culpa del racionamiento de energía al que se tuvo que someter todo el territorio en 1992, producto de una sequía que desabasteció los embalses.
Como las consecuencias del apagón fueron profundas en diversos sectores económicos, el país tuvo que aprender la lección y organizar su sistema de una forma eficiente.
Buscando una mejor eficiencia el Gobierno permitió que desde 1994, a través de una normativa, que operadores privados ingresaran a competir en todo el sistema eléctrico colombiano. Desde entonces se implementó un sistema de mercados en el que intervienen varios agentes: generadores (producen la energía), transmisores (transmiten la energía por las líneas de transmisión), distribuidores (llevan la energía hasta los hogares y empresas) y comercializadores (se encargan de comercializar en acuerdos bilaterales, compran en bolsa y cobran la tarifa).
"Todo opera dentro de un mercado de energía que lleva el producto que entregan las distintas plantas a un punto central y los que lo requieren lo toman de allí. Es una forma de centralización de esa energía. Todo está conectado. Unas plantas producen y toda la demanda nacional recibe esa producción", explica Luis Rodríguez Arbeláez, jefe encargado de Área de Planeación, Generación Energía de EPM.
El modelo, que está vigilado y regulado por varias instituciones estatales, como la Comisión de Regulación de Energía y Gas, Creg, mantiene hoy las condiciones suficientes para el suministro energético nacional, cuya capacidad instalada es de 14.420 megavatios; cifra suficiente para abastecer la demanda anual del país, de unos 9.200 megavatios, y vender energía en el mercado externo.
El Sistema Interconectado Nacional
La energía que se produce en Colombia está centralizada gracias a que hay unas líneas de transmisión consolidadas y que cubren gran parte del territorio. El Sistema Interconectado Nacional abarca toda la zona Andina, y desde un punto de La Guajira hasta Ecuador. También cobija el Valle y Chocó, hasta Arauca, pasando por parte del Meta y los Llanos Orientales.
"Comparado con otros países de igual desarrollo de América latina, Colombia tiene muy buenas redes y unas líneas que tienen una inmensa capacidad de transportar energía; tales como las de la Costa Caribe colombiana y el interior del país. También hay otras redes de menor voltaje que permiten ir llegando a los departamentos, a las ciudades intermedias, hasta los pueblos, hasta los barrios y hasta las casas", indica Luis Alejandro Camargo Suan, gerente de XM.
Según el directivo, el porcentaje de cobertura promedio alcanza el 97% del territorio, y en ciudades como Medellín está llegando al 100%.
En distribución y comercialización, el mercado presenta algunas particularidades que dependen del tipo de operador que preste el servicio y las pérdidas que se generen en la entrega del suministro energético a cada unidad residencial o industrial. En la Costa Atlántica hay menos eficiencia, por problemas históricos como el no pago, y en Antioquia el nivel de pérdidas es menor.
Sin embargo, todo el sistema funciona bien desde que cambió en 1994. Ya ha pasado varias pruebas de fuego: otras temporadas de sequías y los atentados continuos al sistema interconectado. Una posibilidad de volver a sufrir un apagón en el país parece remota.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6