La voz de Hernán Darío Giraldo no tenía ayer el mismo tono ni la intensidad del sábado en la noche. La razón: la eliminación de su equipo Arrieros-Itagüí de la final de la Copa Invitacional de baloncesto.
"Es duro ver que un equipo como Norte, que perdió 12 juegos seguidos en la fase clasificatoria elimine a nuestro quinteto, que ganó 13 partidos continuos y lo tenía todo para avanzar", reconoció Giraldo, quien visiblemente afectado por el resultado final, agregó que "mermamos la producción en la semifinal y por eso nos quedamos".
Esa caída de local 59-65 puso la serie 4-3 a favor de Norte y dejó sumido en la tristeza al elenco antioqueño porque "falló" en la parte definitiva, en la que además de impreciso vivió un episodio difícil con el estadounidense Germaine Wálker.
El mismo Giraldo contó que "en la primera ronda Wálker aportó mucho y tuvo que ver en los registros históricos que logramos, pero cuando se fue a Estados Unidos, de manera sorpresiva, volvió en otra tónica, sin ritmo y no aportó lo suyo. Dicha falla, en estos momentos, más las facilidades que le brindamos a Norte nos llevaron a la eliminación".
Ese bajón de Germaine diezmó a Arrieros y condujo a un esfuerzo doble a los venezolanos Diego Guevara y Hevert Bayona, lo que también resintió al conjunto que, por segundo año consecutivo, se queda sin fondo en la semifinal del torneo que se definirá entre Norte de Santander y Búcaros, actual campeón que dejó en el camino a San Andrés.
Aunque los cerca de 350 millones de pesos que aportaron la Alcaldía de Itagüí, Indeportes, FLA, Gobernación de Antioquia y Colanta no alcanzaron para llegar a la final, no todo fue negativo en Arrieros. Al técnico Giraldo y a los directivos les queda el consuelo de haber recuperado la afición basquetera y proyectar nuevos talentos, como el poste Divier Pérez quien, al lado de Guevara, Norvey Aragón y Enielsen Guevara, uno de los más destacados de la temporada.
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