Colombia es un país que tiene recursos renovables y no renovables, tanto que se ha identificado como una región con un recurso importante detectado y se piensa, también, con potencial para el futuro. De hecho, parte del desarrollo del país se ve posible desde los beneficios económicos que produzca el sector minero energético, que permitirían, entre otras cosas, inversión en infraestructura y carreteras.
El alto potencial existe, dice Joshua Mitrotti Ventura, senior manager de Asuntos Públicos de Burson-Marsteller. “Recursos no renovables como los minerales, los hidrocarburos, el gas, están, pero lo que es importante es poderlos encontrar, porque por más que uno tenga una proyección grande, no quiere decir que los tenga. Por eso el país está haciendo un esfuerzo importante desde varios aspectos, para poder encontrar reservas tanto en minerales como en petróleo y gas”.
Solo que el futuro no se puede mirar solo en la cantidad de recursos. Los no renovables se acaban y no hay manera de que en el pozo vuelva a haber petróleo. Los renovables se renuevan, pero entran otros elementos como la contaminación, que los pueden afectar.
En esa medida, señala Hader Vladimir Martínez, docente de ingeniería de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) y especialista en minería, que si bien hay recursos, debe haber una mirada sensata para racionalizar los recursos naturales no renovables, para que futuras generaciones puedan gozar de la existencia de fuentes fósiles, de carbón.
Joshua precisa, entonces, que el país tiene un alto potencial que hay que hallar y luego aprovecharlo de forma sustentable. Para él es importante usar tecnología avanzada, para asegurar una explotación responsable con el medio ambiente y las comunidades.
El profesor Hader expresa que el futuro se garantiza con un correcto balance con el cuidado ambiental y las políticas ambientales en Colombia no son las más fuertes, aunque algunos digan que sí se les ha prestado atención. “La verdad es que por ser un país considerado en vía de desarrollo, la contribución del país al nivel de contaminación no es tan alta y eso probablemente genere la excusa de que no hay que prestarle mucha atención todavía al tema”. No obstante, dice, el tema de la contaminación es evidente, sobre todo por el parque automotor, incluso en las ciudades intermedias.
El tema del futuro, de esta manera, es de doble filo. “La humanidad va a requerir energía siempre, pero si no fuera porque los combustibles fósiles asocian el tema ambiental, no habría tanto problema”, cuenta el especialista en minería.
En el tema de energía, para dar un ejemplo, la solución está en las fuentes alternas de energía, en las que Colombia y Antioquia tienen muchas posibilidades, por ejemplo, utilizar las fuentes eólicas en las montañas. “La situación de Colombia por estar ubicada en el Ecuador ofrece unas ventajas interesantes, pero el asunto es encontrar oportunidades a nivel del costo de estas aplicaciones”. Costo que debe medirse en doble vía, ambiental y económico.
Un reto para el desarrollo
El mapa general de explotación en el país es amplio, no solo es de petróleo y carbón, sino que hay una gran cantidad de recursos. El profesor de la UPB comenta que al país lo identifican por ser proveedor de diferentes tipos de minerales. Es el primer productor latinoamericano de carbón térmico, el segundo de níquel, el sexto de oro.
Sin embargo, en Colombia se explotan, se comercializan, pero no se les da valor añadido para transformarlos, que es como regresan.
Para Hader ese es uno de los retos a futuro, ser más conscientes de la riqueza que se tiene y darle valor agregado antes de que se vaya. “En este país vemos las cosas separadas. La locomotora minero-energética por allá, el tema de la ciencia y la tecnología por el otro lado, y no las ponemos a conversar. No ve uno una oportunidad inmediata para aportar valor añadido a ese recurso mineral y ponerlo al servicio de las tecnologías futuras”.
El reto es el equilibrio. Generar desarrollo con valor agregado y explotar sin afectar el medio ambiente, es decir, de manera sostenible y responsable.