Sobre un piso de concreto, donde alguna vez estuvieron los Talleres Robledo, en 1939, ahora pasan de un lugar a otro andamios y obreros, que esperan tener a punto la nueva sede del Museo de Arte Moderno de Medellín (Mamm), que se inaugura mañana, a las 7:00 p.m.
Es un espacio que guarda la esencia de esa construcción, en la que las cerchas enlazan las columnas de una fachada que sigue intacta, pero que incorpora elementos contemporáneos para albergar arte.
Sin embargo, desde la noche de apertura, el Museo quiere darle un toque de inclusión, de lugar abierto para que quienes lleguen, disfruten de la interacción.
Para ello está la instalación del arquitecto y artista bumangués Máximo Flórez, que resultó ser uno de los trabajos ganadores de la convocatoria de intervención que solicitó el Mamm a artistas, diseñadores y creadores de diversas disciplinas, de todo el mundo.
En total llegaron 81 trabajos que debían sugerir un equilibrio entre "estética y contenido", precisa Óscar Roldán Alzate, curador del Mamm. Pero, además, tenían que aprovechar la versatilidad del espacio, con creatividad, austeridad e incluir la participación del espectador.
Esto lo supo proyectar bien Máximo, que se esfuerza por no revelar su propuesta, pero, que dice, se activará con la llegada de los espectadores. Su protagonista, sin duda, es el edificio.
Durante cinco días, hasta el 10 de noviembre, 1:1 Venga Intervenga, como denominó Máximo su creación, hará que el espectador defina el espacio como quiera, e incluso, lo manipule con la ayuda de un videoproyector.
También se podrá ver la propuesta de Quenep + Oficina Informal, el otro colectivo que resultó ganador con un trabajo que apela a la conciencia ecológica y que estará expuesto, a partir del 11 de noviembre, otros cinco días más.
Olvídese de un cuadro colgado en la pared, para su contemplación, este espacio quiere jugar con el espectador.
Pico y Placa Medellín
viernes
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